lunes, 22 de junio de 2020

¿Eres crítico?


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Reflexiones Católicas Diarias
¡Mi vida católica!



¿Eres crítico?
22 de junio de 2020
Lunes de la duodécima semana de
lecturas del tiempo ordinario para hoy

 San Paulino de Nola, obispo: Memorial opcional

 Santos John Fisher, obispo y mártir y Thomas More, mártir — Memorial opcional



“Deja de juzgar, para que no puedas ser juzgado. Porque como juzgues, así serás juzgado, y la medida con la que mides se te medirá a ti ”. Mateo 7: 1-2

Ser crítico puede ser algo difícil de sacudir. Una vez que alguien cae en el hábito de pensar y hablar regularmente de una manera severa y crítica, es muy difícil que cambien. De hecho, una vez que alguien comienza a ser crítico y crítico, es probable que continúe por ese camino para volverse más crítico y crítico.

Esta es una de las razones por las cuales Jesús aborda esta tendencia de una manera tan fuerte. Después del pasaje anterior, Jesús dice: "Hipócrita, quita primero la viga de madera de tu ojo ..." Estas palabras y la fuerte condena de Jesús de ser crítico no son tanto porque Jesús está enojado o es duro hacia la persona que juzga. Más bien, Él quiere redirigirlos del camino por el que se dirigen y ayudarlos a liberarlos de esta pesada carga. Entonces, una pregunta importante para reflexionar es esta: “¿Me está hablando Jesús? ¿Me cuesta ser crítico?

Si la respuesta es "Sí", no temas y no te desanimes. Ver esta tendencia y admitirla es muy importante y es el primer paso hacia la virtud que es opuesta a juzgar. La virtud es la misericordia. Y la misericordia es una de las virtudes más importantes que podemos tener hoy.

Parece que los tiempos en que vivimos exigen misericordia más que nunca. Quizás una de las razones es la tendencia extrema, como cultura mundial, a ser dura y crítica con los demás. Todo lo que necesita hacer es leer un periódico, navegar por las redes sociales o mirar los programas de noticias nocturnas para ver que nuestra cultura mundial es una que crece continuamente en la tendencia a analizar y criticar. Este es un problema real.

Lo bueno de la misericordia es que Dios usa nuestro juicio o nuestra misericordia (dependiendo de cuál sea más manifiesto) como la vara de medir de cómo nos trata. Él actuará con gran misericordia y perdón hacia nosotros cuando le demostremos esa virtud. Pero también mostrará su justicia y juicio cuando este es el camino que tomamos con los demás. ¡Depende de nosotros!

Reflexiona, hoy, sobre la misericordia y el juicio en tu vida. ¿Cuál es mayor? ¿Cuál es tu tendencia principal? Recuerde que la misericordia siempre es mucho más gratificante y satisfactoria que ser crítico. Produce alegría, paz y libertad. Pon piedad en tu mente y comprométete a ver las benditas recompensas de este precioso regalo.

Señor, por favor llena mi corazón de misericordia. Ayúdame a dejar de lado todo pensamiento crítico y palabras duras y reemplazarlas con Tu amor. Jesús, confío en ti.

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