A principios de la semana pasada en Roma, valientes hombres no identificados recogieron estatuas amazónicas del ídolo de la fertilidad "Pachamama" o "Madre Tierra" de su lugar sorprendentemente inapropiado en la Iglesia de Santa María del Traspontina en Roma y arrojaron las imágenes paganas al río Tíber.
El cardenal Mueller dijo: “Según la ley de Dios, es el primer mandamiento. El idolismo es un pecado grave y no mezclarlos con la liturgia cristiana. Y arrojarlo puede estar en contra de la ley humana, pero traer a los ídolos a la Iglesia fue un pecado grave, fue un crimen contra la ley divina ".
Posteriormente, videos de la eliminación y destrucción de los ídolos circularon rápidamente entre católicos aliviados y solidarios. Aquí, por fin, había "hombres con cofres". Deshacer lo que nunca debería haberse hecho. Limpiando la casa. Volcar mesas en el templo.
Las estatuas de Pachamama fueron recuperadas más tarde por la policía italiana, y se sugirió que podrían aparecer en la Basílica de San Pedro para la Misa de clausura del Sínodo del Amazonas. Afortunadamente, eso no sucedió. Pero aunque los ídolos no aparecieron en San Pedro, algo más ya ha aumentado aún más en nuestros corazones: un tipo de ira justa y feroz.
Y no estaremos satisfechos hasta que todo lo falso e indigno sea desarraigado de nuestros lugares sagrados: ídolos en nuestra Iglesia, ídolos en nuestra liturgia, ídolos en nuestras vidas, ídolos que necesitan ser destruidos.
Y luego, en su lugar, es hora de restaurar a la Iglesia lo que es legítimamente suyo: belleza, reverencia, pureza, un sentido de lo sagrado. Sus santos, sus oraciones, su rica tradición mística.
Esta es la misión de la Fundación Ávila.
Mientras que usted no estaba en Roma para barrer el santuario limpio, que puede ayudarme a construir algo en honor a la Virgen y den gloria a su hijo: una fundación dedicada a la restauración de lo que la Iglesia le ha confiado desde el principio, su espiritual herencia.
Durante décadas, nuestro derecho de nacimiento , la riqueza y la sabiduría de la espiritualidad auténtica de la Iglesia, ha sido enterrado bajo el modernismo y el error. No más. Nosotros en la Fundación Ávila estamos trabajando todos los días para desenterrar este tesoro, para ponerlo en el lugar que le corresponde. ¿Ese lugar? El centro más profundo del corazón humano.
Nuestros programas, clases, escritos, formación, todo lo que hacemos, lo hacemos para esto. Y siempre estamos asombrados de cómo Dios toma nuestros esfuerzos más pequeños y hace crecer Su Reino, echando raíces profundas en las almas de todo el mundo.
Pero debido a que nos ama, Dios siempre nos invita a compartir su obra.
Cristo no tiene cuerpo sino el tuyo,
Sin manos, sin pies en la tierra que no sean los tuyos,
Los tuyos son los ojos con los que mira
Compasión por este mundo,
Los tuyos son los pies con los que camina para hacer el bien,
Las tuyas son las manos, con las cuales él bendice a todo el mundo.
-S t. Teresa de Ávila
¿Serán las manos de Cristo, extendidas para ayudarnos en nuestra misión?
Porque déjame ser sincero : este verano ha sido difícil económicamente para nosotros. Necesito pedirle que nos ayude a cerrar la brecha cuando lleguemos al final de un año de ver la gracia de Dios obrar a través de nosotros, a través de usted y de mí.
Apoye la renovación de la Iglesia a través de su donación a la Fundación Ávila.
Simplemente no podemos hacer lo que hacemos sin ti. Usted es la fuente, todo fluye de su generosidad y oración, y no hay un día que pase que no esté de rodillas en acción de gracias por usted.
¿Te nos unirás? Renueve su propio compromiso de preservar y difundir lo que Dios nos ha confiado aquí: https://spiritualdirection.com/donate/keep-the-beauty-of-the-church-alive
Por todo lo que ya has hecho para ayudar, tienes mi profunda gratitud. Por todo lo que está a punto de dar, tiene mi avance y sincero agradecimiento. Y por todo su apoyo, en nuestras necesidades materiales y espirituales a veces desesperadas, tienen mis oraciones sinceras.
Juntos enviemos cada cosa falsa e idólatra de donde vino, y erigimos algo digno del Dios que nos ha mostrado toda bondad.
A él sea la gloria.
Tuyo en Cristo
Dan
Dan Burke
Presidente de la Fundación Ávila
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