viernes, 21 de septiembre de 2018

Papa Francisco: El demonio usa a los hipócritas para destruir a la Iglesia

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Papa Francisco: El demonio usa a los hipócritas, los usa para destruir, destruir personas, destruir a la sociedad, destruir a la iglesia  


"Mientras que la Santa Iglesia de Dios está formada por pecadores, también tiene su cuota de hipócritas que aman llorar "escándalos" para señalar así los defectos de los demás y dársela de puros", así dijo el Papa Francisco el 20 de septiembre durante la celebración de la Santa misa en la Casa de Santa Marta.

En su homilía, el Papa Francisco analizó las figuras clave discutidas en las dos lecturas de la Biblia: 1 Corintios 15:1-11 y el Evangelio de San Lucas 7,36-50.

El demonio usa a los hipócritas
El demonio no tiene nada que ver con los pecadores arrepentidos porque ellos miran a Dios y dicen: "Señor, soy un pecador. Ayúdame", y ante esto el demonio es impotente.

Pero con los hipócritas, el demonio si es fuerte. Él es fuerte y los usa para destruir, destruir personas, destruir la sociedad, destruir a la iglesia".


El caballo de batalla del demonio es la hipocresía porque es un mentiroso. Se muestra como un príncipe poderoso y apuesto, pero por dentro es un asesino.

Jesús perdona y consuela a los pecadores arrepentidos
San Pablo, en la primera lectura, y la mujer que unge los pies de Jesús en la lectura del Evangelio, ambos se dan cuenta de que son pecadores, pero se conmueven por el amor a Jesús.

Y Jesús, reconociendo su amor, perdona, recibe, es misericordioso, palabras que a menudo olvidamos cuando hablamos mal de los demás. Piensa en esto:

"Debemos ser misericordiosos como Jesús y no condenar a los demás".

Los hipócritas: sepulcros blanqueados
Los fariseos son el tercer grupo presente en la historia del Evangelio. Ellos están asombrados, "escandalizados", de que Jesús permita que sus pies sean ungidos por una mujer que el Evangelio describe como "pecaminosa".

Ellos eran "doctores de la ley" que siempre miraban a Jesús para ver si podían encontrarlo en algún error o podían "tenderle una trampa".

Los fariseos tenían una actitud que los hipócritas a menudo usan: se escandalizaron. "Oh, mira, qué escándalo... No puedes vivir así. Hemos perdido todos los valores. Ahora todos tienen derecho de ir a la iglesia, incluso aquellos que están divorciados, todos. Pero, ¿dónde estamos?"

La suya es "la hipocresía de los justos", de los que se creen "puros", los que creen que se salvan por sus propios méritos. Pero Jesús llama a los hipócritas: "sepulcros blanqueados". Parecen cementerios hermosos, pero por dentro están putrefactos y corrompidos

Pidamos a Jesús que proteja siempre a nuestra Iglesia, que es una Madre Santa pero llena de niños pecadores como nosotros. Y que nos proteja a todos con su misericordia y perdón.

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