viernes, 21 de septiembre de 2018

Papa Francisco: Cuando el demonio se desata, la humildad es la única arma

papa francisco caminando mirando hacia abajo rostro serio fondo ocre amarillo



Papa Francisco: En los momentos en que se desencadena el demonio, el Pastor sufre, ofrece su vida y reza. Hay que tener mansedumbre  


Cuando fue injustamente insultado y acusado, Jesús mostró su poder y autoridad no al amonestar a los demás sino al ser humilde y manso, así lo dijo el Papa Francisco en su homilía del 18 de septiembre durante la misa que celebra cada mañana en la residencia de Santa Marta.

Reflexionando sobre la lectura del Evangelio de San Lucas, que nos recuerda a Jesús resucitando al hijo de una viuda, el Papa Francisco dijo que la autoridad de Jesús provenía de su gran humildad y no de él mismo proclamando con orgullo: "Yo soy el Mesías" o "Yo soy el profeta".

Jesús es humilde y cercano con la gente.
Jesús es el icono de un pastor que está cerca de la gente y no se asocia con pequeños grupos de personas poderosas o grandes ideólogos, aquellos que envenenan nuestra alma, no nos hacen ningún bien


Jesús no hizo sonar la trompeta cuando sanó a alguien o predicó o realizó un milagro como la multiplicación de los panes ¡NO!, Él era una persona humilde. Simplemente lo hizo. Y estaba cerca de la gente.

Cuando se desencadena el demonio hay que ser humilde y rezar
En los momentos difíciles, en los momentos en que se desencadena el demonio, donde el pastor acusa especialmente al gran acusador a través de muchas personas poderosas, el Pastor sufre, ofrece su vida y reza.

La mansedumbre y la ternura, son las dos características que definen la autoridad de Jesucristo. Sin embargo, también hubo momentos en que Jesús se enojaría.

¿Se enojó Jesús? ¡Sí! Recordemos que vio la casa de su padre convertirse en un centro comercial, un lugar para vender cosas por los cambistas. Allí se enojó, tomó el látigo y expulsó a todos, pero fue porque amaba al Padre, porque era humilde frente al Padre, Él tenía esa fuerza.

Hasta el momento de su muerte en la cruz, Jesús permaneció en silencio porque tenía compasión de las personas que fueron engañadas por los poderosos con dinero, por poder. Se mantuvo en silencio. Rezó.

Los cristianos deben orar para que todos los obispos puedan imitar la humilde autoridad de Jesús que es una autoridad que es una gracia del Espíritu Santo.

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