Dolors Massot | Jul 28, 2017
Kati Molin - Shutterstock
Karisa iba a dar a luz a su segundo hijo y tuvo que decidir algo extremadamente duro. ¿Tú qué habrías hecho?
Antes de contarles de qué va el vídeo, quiero explicarles algo. ¿Han visto la película Casablanca? ¿Cuántas veces? ¿Dos, cinco, diez? No me extrañaría. Yo no las he contado, porque siempre repito los filmes que más me gustan hasta el infinito. ¿Y el final? Ese diálogo de amor entre Rick (Humphrey Bogart) e Ilsa (Ingrid Bergman), cómo olvidarlo. Es un drama, verdaderamente. Un drama porque lo que a uno le sale primero es querer que Rick e Ilsa se marchen juntos de Casablanca y emprendan una nueva vida. Y al marido, soso y poco interesante, que le zurzan.
Pensar por los dos
Sin embargo, hay drama porque Rick decide “pensar por los dos”, tal como Ilsa le ha pedido. Rick, enamorado hasta el tuétano, se da cuenta de que Ilsa es una mujer casada y que debe ser justo y respetarla a ella y a su marido, un líder de la resistencia que -ahí está el tema- no nos gusta ni un tanto así en comparación con Bogart.
La película “acaba mal”, decimos, hasta que uno reflexiona y entiende que la decisión tomada es la mejor. Y es la que hace grande a Rick/Bogart por los siglos.
Les cuento todo esto porque normalmente los vídeos que corren por la red acaban bien, muy bien. Son finales felices. En cambio, este da que pensar. La solución no es fácil. El dilema está servido.
Cuando la vida te pone contra las cuerdas
De entrada, les diré que es una historia real. Su protagonista es Karisa, una mujer embarazada del segundo hijo. Estamos en el momento del parto. Incluso cuando todo está previsto y bien preparado, las cosas se pueden torcer, ¿verdad? ¡Y de qué manera! Nos creemos dueños de nuestra vida y controladores de todas las escenas hasta que llega la realidad y nos estampa contra… quién sabe si contra la ocasión de hacer de nosotros un héroe.
También les diré que este vídeo es un elogio a las madres. A todas las madres que entregan la vida por sus hijos. A Karisa le tocó muy pronto pasar la prueba de su amor. Y su marido aceptó esa decisión, de la que hoy es testimonio.
Si al acabar el vídeo, consideran que el final es un mal final, piensen en Humphrey Bogart. Por un momento, “piensen por los dos”. Verán qué grande es el ejemplo de esta mujer. Y verán que el final de Casablanca es el mejor de los finales posibles.
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