lunes, 1 de octubre de 2018

¿Por qué los católicos usamos cruces? ¿Por qué nos persignamos?

cruz madera marron sostenida en dos manos hombres


En un mundo donde nadie quiere sufrir, ni siquiera por amor, es más urgente el lenguaje de la cruz  


Pregunta: Tengo amigos testigos de Jehová que dicen que Jesús no murió en una cruz y que además que por qué cargo una cruz en el pecho. ¿Qué acaso si a mi papá lo mataran con una pistola me colgaría una pistola? Por otro lado un evangélico me dice que para qué me persigno o cargo la cruz, si Jesús ya resucitó y hay que predicar a un Cristo vivo y no a un Dios muerto. ¿Qué me puede decir sobre esto? Respuesta:

1.- Los Testigos de Jehová y la Cruz.
En todas las Biblias del mundo dice que Jesucristo murió en una cruz excepto en la versión de la Biblia que hicieron los Testigos de Jehová para sus miembros. Aun así hay que subrayar que los mismos Testigos de Jehová creyeron en "la Cruz".(Ver su libro "Plan Divino de las edades" estudio XII ) y que fue hasta 1925 que «cambiaron de opinión» y como tienen su propia Biblia muy tranquilamente desaparecieron la palabra cruz y la sustituyeron por ‘madero´. O sea que los primeros 50 años de esa secta, todos sus seguidores estuvieron equivocados incluyendo hasta su fundador y sus dirigentes que si creyeron y escribieron sobre la cruz, o sino, entonces los actuales testigos están mal...


2.- Murió en una Cruz
La palabra griega para cruz es "stauros" viene de la letra "Tau", que es la "T". Esto es porque hace referencia no a un palo vertical, sino a dos palos cruzados en forma de "T". Cuando en el Nuevo Testamento se menciona la palabra madero (4 veces) no está diciendo que fue en un palo vertical, sino que obviamente está haciendo referencia al material del que fue hecho. Todavía hoy en día es común que alguien diga "pásame ese fierro" eso es sin importar la forma sino el material del que está hecho el objeto que se está pidiendo.

Otro punto histórico por el que estamos seguros de que fue en una cruz, es que los romanos usaban este tipo de tortura para ajusticiar a los reos pues era una forma de marcar el desprecio hacia los malhechores. (Antes la usaron en Babilonia, Persia, Egipto y Grecia). Después que el emperador Tito tomó Jerusalén, crucificaban a tantas personas que no había suficiente madera y lugar para poner las cruces. Esto lo puede encontrar en una buena enciclopedia que hable sobre la historia de la Cruz.

3.- Detalles bíblicos que olvidaron los Testigos de Jehová.
Cuando los Testigos de Jehová cambiaron de opinión y dejaron de creer en la Cruz, quitaron esa palabra de su Biblia. Borraron «Mc 8,34»; «Gal 5,11»; «Ef 2,16» y todas las veces que venía esta palabra. Con esto pensaron que así sería más fácil salir con el cuento de que todas las Biblia del mundo habían traducido mal, excepto la de ellos. Pero, veamos dos detalles que los testigos olvidaron y que podemos mencionar usando la misma Biblia que ellos se hicieron:

El letrero encima de su cabeza: «Sobre su cabeza pusieron, por escrito, la causa de su condena: «Este es Jesús, el Rey de los judíos» (Mt 27,37) Los Testigos de Jehová siempre dibujan a Jesús con las manos extendidas hacia arriba y le ponen el letrero encima de sus manos. Pero la Biblia dice claramente que tenía el letrero encima de su cabeza, no encima de sus manos. Y si lo dice así es porque no tenía las manos extendidas hacia arriba, sino más bien tenía las manos extendidas hacia los lados; es decir, en forma de Cruz.

Los clavos de sus manos: «Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en el agujero de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré.» (Jn 20,25)
Este es el otro detalle que los testigos olvidaron borrar de su Biblia. Cuando ellos dibujan a Jesucristo y lo ponen en un palo vertical en su lógica pusieron un clavo solamente entre las manos de Jesús. Pero resulta que al leer el Evangelio de Juan encontramos al Apóstol Tomás decir que no creerá si no mete su dedo en el agujero de «los clavos» en plural. Por supuesto que si eran clavos, fue porque tenía las manos extendidas y separadas en forma de cruz. No se vaya extrañar si en la próxima versión de la Biblia que se invente esa secta, también vayan a cambiar esos pasajes bíblicos. Una vez aclarado que sí murió en una cruz, veamos ahora cuál fue el significado que se le dio desde los primeros años.

4.- Símbolo de salvación, no de muerte.
La Sagrada Escritura enseña que para los cristianos el hablar de «la Cruz» no era algo malo o relacionado con la muerte, sino todo lo contrario. Desde el principio fue adquiriendo un significado de vida y salvación, pues ésta es la llave por la que nosotros podemos entrar al Reino. De ahí que San Pablo llegue a afirmar: "Nosotros predicamos a un Cristo crucificado... fuerza de Dios y sabiduría de Dios" (1 Cor 1,23-24)

También el Apóstol Pablo escribe:

"Pues la predicación de la cruz es una necedad para los que se pierden; mas para los que se salvan es poder de Dios" (1 Cor 1,18)
"En cuanto a mí, Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por la cual el mundo es para mí un crucificado y yo un crucificado para el mundo" (Gal 6,14)
Es por eso que cargar una cruz o crucifijo no es algo antibíblico como lo dicen algunas sectas, sino todo lo contrario. No es símbolo de muerte, sino de salvación. Ya para el siglo quinto, San Juan Crisóstomo comenta que era muy común encontrar el símbolo de la cruz por todos lados, en caminos, casas, montañas y hasta en las vajillas. Era normal, pues para ellos era un signo de salvación. Tertuliano, San Teodoro, Félix y Octaviano son algunos gigantes del cristianismo de los primeros siglos que también hablaron acerca de la veneración de la cruz.

5.- Persignarse haciendo la señal de la Cruz.
En realidad toda la vida diaria del cristiano estaba marcada por la señal o signo de la cruz. Los primeros cristianos se bautizaban persignándose. De hecho, el Santo Apóstol Juan antes de su muerte dibujó una cruz sobre su cabeza con la mano. En las actas de San Afri se relata que cierta vez un pagano le dijo a San Narquis y a su diácono: "Sé que son cristianos ya que con frecuencia signan su frente con la cruz."

Era de esta manera que de una forma externa transmitían su fe en la salvación obtenida gracias a la muerte de Jesucristo en la cruz. Ya en tiempos de los apóstoles se comenzaba todo acto con la señal de la cruz. Al entrar al templo, los cristianos se persignaban. Hacían lo mismo al comenzar y al finalizar las oraciones. El sacerdote se persignaba al comenzar el sermón. Con la señal de la cruz se comenzaba cualquier oficio de la Iglesia: la bendición, la santificación, etc.

Tertuliano escribe que los cristianos se persignaban durante todas sus ocupaciones, ante cada movimiento: cuando salían o volvían a su casa, cuando se vestían y se calzaban, al entrar al baño, al sentarse a la mesa, al encender las lámparas, al comenzar una conversación, al acostarse, etc. Se signaban siempre con la mano derecha aunque de distinta manera, al principio lo hacían con un dedo signando la frente, la boca y el pecho.

Esto se llamaba la pequeña cruz. Luego se persignaban tocando con la mano la frente, el pecho, el hombro izquierdo y después el derecho. Con el tiempo comenzaron a poner tres dedos juntos al persignarse, con lo que recordaban la Santísima Trinidad, y los dos dedos restantes los apretaban contra la palma como símbolo de las dos naturalezas de Cristo. Así fue evolucionando hasta nuestro tiempo. Como católicos, estamos totalmente seguros que como el Apóstol Pablo lo dijo: para nosotros la cruz es poder de Dios.

6.- La Cruz: un signo del auténtico Discípulo de Cristo.
Son muchas las formas de acercarnos a profundizar sobre el misterio de la cruz y su relación con nuestras vidas, pero uno de los grandes significados que encontraremos en la Biblia es que Jesucristo mismo nos la dejó como un signo del auténtico discípulo cristiano, pues sin excepción, todos los cristianos estamos llamados a seguir a Cristo en su camino de la Cruz. El Señor Jesucristo dijo: "El que quiera seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame" Mc 8,34

Para poder seguir a Cristo es necesario que tomemos nuestra cruz, es decir, nuestras desgracias o sufrimientos, nuestros dolores y pruebas, nuestros problemas familiares, nuestras debilidades y todo lo pongamos en las manos de Dios. No con una mentalidad masoquista ni conformista sino con una actitud de confianza absoluta de su mano y protección sobre nosotros.

San Agustín afirmaba:

"Toda la vida del cristiano que vive de acuerdo con el Evangelio, implica su cruz y sufrimientos." Hasta que se cumpla el tiempo y aparezca la Cruz, "la señal del Hijo del Hombre en los cielos" (Mt 24,30)

Resumiendo, podemos decir que es por todo esto y más que «la Cruz» y el «persignarse» son signos que nos recuerdan que queremos ser seguidores de Jesús de una manera plena y que con San Pablo predicamos un Mesías crucificado.

En un mundo donde nadie quiere sufrir, ni siquiera por amor, es más urgente el lenguaje de la cruz. Por cierto, hasta una secta religiosa hay que su slogan es "pare de sufrir" como si el cristianismo fuera una religión donde no existiera ningún sufrimiento. Sin cruz no habría cristianismo pues en ella está la máxima prueba del amor de Jesús hacia nosotros y de nosotros hacia nuestro prójimo y nos gozamos de que al resucitar él, si seguimos como discípulos suyos, resucitaremos también con él para la vida eterna. Ánimo y adelante. Esperamos haber respondido a tu inquietud.

Dios te siga bendiciendo en abundancia

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