martes, 3 de julio de 2018

Restaurando el Matrimonio: Día 3: Los secretos son enemigos de la relación

esposos sentados mesa ocultandose telefonos secretos entre si dia

El Sacramento del Matrimonio es más que la unión de un hombre y una mujer es un tipo y símbolo de la unión divina entre Cristo y su Iglesia  


Uno de los efectos del sacramento del matrimonio es un aumento en la gracia santificante para los esposos, una participación en la vida divina de Dios mismo.

Esta gracia santificante es fortaleza en cada cónyuge para que ayude al otro a avanzar en la santidad y al mismo tiempo, les ayuda a cooperar en el plan de redención de Dios al educar a los niños en la Fe y ser testimonios de unidad, vida y amor para los demás

De esta manera, el matrimonio sacramental es más que la unión de un hombre y una mujer; es, de hecho, un tipo y símbolo de la unión divina entre Cristo (el Novio) y Su Iglesia, (la Novia).

Como cristianos casados, abiertos a la creación de una nueva vida y comprometidos con nuestra mutua salvación, participamos no sólo en el acto creador de Dios, sino también en el acto redentor de Cristo.

Día 3: Los secretos son enemigos de la relación.

La confianza es la base del matrimonio y la confianza requiere honestidad y transparencia.

Cuando Dios creó la primera pareja casada, estaban desnudos y esa desnudez no es sólo un cuadro de intimidad física; es una imagen de total transparencia en todos los aspectos del matrimonio.

La desnudez transmite vívidamente el mensaje:

"No tengo nada que esconder para ti".

Si deseas total confianza y transparencia en todos los aspectos de tu relación, confiesa tus secretos y hazte vulnerable y desnudo en todos los aspectos de tu matrimonio.

Cita bíblica del día
"Estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, pero no se avergonzaban uno del otro". (Génesis 2,25)

Pregunta para la reflexión
"¿De qué manera no soy completamente honesto, transparente, vulnerable y "desnudo" con mi cónyuge?".

"¿Tengo miedo de confesarle mis secretos a mi pareja?".

Oración del día de los esposos.
Señor, aunque muchas son las veces que te fallamos una y otra vez, Tú eres paciente, amable y bondadoso con nosotros.

Gracias por tu ayuda generosa, por abrirnos paso de regreso a tu amor y por ser tan compasivo y darnos tu perdón inmerecido.

Que vivamos como un reflejo de Tu verdad, que podamos ser abiertos el uno con el otro sin tenernos nada que ocultar que pueda dañar nuestra vida matrimonial.

Enséñanos a ser claros y precisos, a confiar el uno en el otro, a mostrar nuestras heridas del pasado que muchas veces ocultamos al otro pensando que así no le dañaremos.

Mi Dios, mi Amigo incondicional, que en nuestra relación no se acumulen resentimientos ni que la desconfianza haga espacio en nuestra vida.

Que caminemos en humildad mientras reconocemos nuestra necesidad de Tu fuerza constante en nuestra comunicación de pareja.

Ayúdanos a ser transparentes el uno con el otro y a reemplazar todo deseo de condena y el mal juicio con la comprensión y la solidaridad.

No hay comentarios. :

Publicar un comentario