lunes, 30 de julio de 2018

Restaurando el Matrimonio: Día 30: Amor y perseverancia: dos fuerzas poderosas

pareja de esposos recien casados tomando buquet de flores en sus manos dia

El matrimonio es una sacramento divino, una institución natural y una unión sagrada porque está enraizada en el plan divino de la creación  


La vocación del matrimonio en el plan de Dios. Es una frase simple con palabras simples. Y con razón. Toda verdad es finalmente muy simple, pero rica en significado al mismo tiempo.

El Papa San Juan Pablo II habló muy frecuentemente de este tema simple una y otra vez en su catequesis, inmensamente importante, incluso fundamental y también en muchas de sus cartas pastorales dedicadas a las familias.

En cierto modo, mucho de lo que necesitamos saber sobre la vocación contemporánea del matrimonio en el plan de Dios ya ha sido escrito o predicado. Y, sin embargo, cuando miramos a nuestro alrededor, podemos ver que el mundo no está escuchando. De hecho, el mundo parece no tiene interés en escuchar. La pregunta es: ¿por qué?

Es sencillo, en el mundo actual hay una guerra de los poderosos contra la familia y el matrimonio. Los países industrializados y considerados "de primer mundo" están perdiendo rápidamente el vocabulario del discurso moral y sacramental.


Es por eso que todos los matrimonios cristianos debemos mantenernos firmes en esta lucha y demostrar que, a base del amor y testimonio conyugal, los matrimonios son necesarios para la construcción de una sana sociedad.

"Cuiden mucho su conducta y no procedan como necios, sino como personas sensatas que saben aprovechar bien el momento presente, porque estos tiempos son malos. No sean irresponsables, sino traten de saber cuál es la voluntad del Señor". (Efesios 5,15-17)

Día 30: Amor y perseverancia: dos fuerzas poderosas en el matrimonio.
Su matrimonio no se definirá por el tamaño de sus luchas, sino por el tamaño de su compromiso de superar las luchas juntas.

Las parejas que hacen funcionar su matrimonio "hasta que la muerte nos separe" no son exclusivamente las que nunca tuvieron una razón para divorciarse. Simplemente fueron aquellos cuyo amor y perseverancia siempre fueron más fuertes que sus razones para renunciar.

Esos dos ingredientes: amor y perseverancia, podrían ser las dos fuerzas más poderosas en un matrimonio.

Si permaneces firme en tu amor mutuo e inquebrantable en tu compromiso mutuo, tu matrimonio nunca fallará.

Cita bíblica del día
"Que el Señor los encamine hacia el amor de Dios y les dé la perseverancia de Cristo". (2 Tesalonicenses 3,5)

Preguntas para la reflexión
"¿Se encuentran el amor y la perseverancia en el corazón de nuestro matrimonio? ¿Son ejes centrales en nuestra vida juntos".

Oración del día de los esposos.
Dios amado, con cada día que pasa nos damos cuenta de cuán precioso y limitado es nuestro tiempo y todas las cosas hermosas que nos has dado para disfrutarlo en plena armonía con tu amor.

Reconocemos delante de ti que muchas veces hemos usado este tiempo egoísta y tontamente, dando las cosas por sentado y tratarlo como si fuese nuestro.

Sabemos que el tiempo que tenemos es un regalo tuyo. Ayúdanos a administrarlo bien y a dar cada momento que tenemos para retribuírtelo en obras y acciones que te glorifiquen.

Danos fuerzas y perseverancia en nuestras continuas luchas en el matrimonio para así valorar cada segundo de nuestra vida juntos dedicándolas a amarnos y hacernos felices el uno al otro.

Llénanos de tu amor, porque solo con tu amor, podremos construir una relación sana y con un amor sólido capaz de hacer crecer y multiplicar los dones y talentos del otro.

Enséñanos a no basar nuestras acciones en los límites del hoy y del mañana, sino a vivir a la luz de la eternidad.

Ven mi Dios, revela tu voluntad perfecta en nosotros y ayúdanos a mantener nuestro matrimonio enfocado en aquello que solo lleva alegría a tu Presencia.

Amén.

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