martes, 24 de julio de 2018

Restaurando el Matrimonio: Día 24: Cuida el tono con el que hablas a tu cónyuge

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Pildoras De Fe .

El sacramento del compromiso mutuo y de por vida que es el matrimonio, favorece a las parejas que caminan juntas en amor, fe y esperanza  


Jesucristo santificó y elevó el matrimonio cristiano a la dignidad de un santo misterio (sacramento) por su presencia en la boda en Caná de Galilea.

Esta es la razón por la que la Iglesia lee el Evangelio de la fiesta de bodas en Caná durante la ceremonia del matrimonio. (Jn 2,1-11) El matrimonio santifica y apoya la vida familiar cristiana en todos los sentidos

El sacramento del compromiso mutuo, exclusivo y de por vida que es el matrimonio, favorece a las parejas mientras caminan juntas en amor, fe y esperanza, derramando en ellas las gracias necesarias para vivir en comunión con el proyecto redentor de Dios.

Día 24: Cuida el tono con el que hablas a tu cónyuge
El tono de tus palabras dará forma al tono de tu matrimonio. ¡Ten cuidado!


Piensa en el tono que le das a tus palabras cuando estés hablando con tu cónyuge. ¿le pones un tono apresurado y molesto o das un toque tierno y reflexivo en tus respuestas?

Una de los más poderosas (y trágicamente subutilizados) herramientas de consejo matrimonial es simplemente ser amable el uno con el otro.

Nunca habrá una buena excusa para ser cruel con tu pareja. La bondad es contagiosa; pero desafortunadamente, el modo grosero de hablar y poco gentil también lo es.

Asegúrese de que esté utilizando la mejor manera de comunicarse con su cónyuge, de esto depende la reciprocidad de su amor.

Cita bíblica del día
"Las palabras amables son un panal de miel, dulce al paladar y saludable para el cuerpo". (Proverbios 16,24)

Pregunta para la reflexión
"¿Estoy creando un clima de bondad en mi matrimonio o por el contrario soy fuente de conflictos en la comunicación?".

Oración del día de los esposos
Señor, queremos pedirte hoy que tu gracia viva entre nosotros para que tengamos un matrimonio equilibrado en la fe, la esperanza y el amor, teniéndote como prioridad en el día a día.

Ayúdanos a tener a la amabilidad como bandera en nuestra relación. Que cada palabra que pronunciemos estén cargadas de bondad y sea siempre en favor del crecimiento del otro.

Perdónanos el mal que nos hayamos causado a través de palabras, gestos o acciones hirientes y hayan creado heridas difíciles de sanar.

Confiamos en Ti para que derrames tus bendiciones sobre nosotros y aprendamos a ser buenos esposos, trayendo paz y consuelo a nuestra relación.

Te rogamos que nos des fortalezas para vivir espiritualmente saludables y ser testimonios vivos de tu amor.

Que Tu gracia, oh mi Dios, haga la diferencia en nuestras actitudes y que puedas multiplicar nuestro amor y respeto para tu gloria y nuestro bien.

Amén.

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