lunes, 2 de julio de 2018

Restaurando el Matrimonio: Día 2: Sé un motivador y no un crítico de tu cónyuge

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Pildoras De Fe .
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 La Iglesia católica ha insistido en que, el matrimonio entre dos cristianos es un sacramento que une a dos personas en el amor de Dios  


El matrimonio es más que una institución natural; tue elevado por Cristo mismo, en Su participación en la boda en Caná (Juan 2,1-11), para ser uno de los siete sacramentos.

Un matrimonio entre dos cristianos, por lo tanto, tiene un elemento sobrenatural, así como uno natural.

La Iglesia católica ha insistido en que, el matrimonio entre dos cristianos bautizados, siempre y cuando se celebre con la intención de contraer un verdadero matrimonio, es un verdadero sacramento que une a dos personas en el amor de Dios llenándo a las parejas con su gracia y fortaleza.

Día 2: Sé un motivador y no un crítico de tu cónyuge.
Sea un verdadero animador; el mundo ya tiene muchos críticos.

Elige ser el mayor motivador de tu cónyuge; no su mayor crítico.
Elige ser la persona que limpia sus lágrimas; no el que las causa.
Elige convertirte en alguien que anime las fortalezas de tu cónyuge en lugar de siempre señalar sus debilidades.
El estímulo es una herramienta simple pero muy poderosa para llevar combustible esencial para su matrimonio y gran alegría para su cónyuge.

Cita bíblica del día

"La inquietud deprime el corazón del hombre, pero una buena palabra lo reconforta". (Proverbios 12,25)

Pregunta para la reflexión
A través de mis palabras, gestos y todas mis acciones:

"¿Cómo puedo ser un mejor motivador para mi cónyuge?".

"¿Cómo puedo sustituir las palabras de críticas con palabras dulces?".

Oración del día
Señor, ayúdanos a mantener la unidad en nuestro hogar. Danos la sabiduría y paciencia para tolerarnos el uno al otro con amor en cada diferencia que tengamos.

Gracias porque, en cada decisión y situación, nos has dejado Tu Palabra que es Luz y guía para nuestra vida.

Que no caigamos nunca en el trato de palabras malsanas que hieran nuestra relación; en cambio, danos dulzura para ser motivos de esperanza e impulso para el otro.

Apártanos del enemigo malo, quien trata de dividirnos en nuestras distintas áreas, en nuestras finanzas, carreras, tiempo compartido y prioridades, haciendo que hagamos a un lado el amor y abramos paso a malas actitudes y tratos.

Reemplaza el resentimiento con la compasión, la ira con la mansedumbre, el maltrato con palabras dulces y el conflicto con la paz.

Oh mi Dios, que podamos ser uno como Tú lo quieres, en cada ambiente y en cada decisión que tomemos.

Te entregamos nuestros deseos y todas nuestras ilusiones en nuestra relación y confiamos en Tu fuerza transformadora para unirnos en Tu gloria eterna.

Que nuestra Amada Madre, la Virgen María, ayude a que fortalezcamos nuestra unión y nos recuerde el poder de Tu presencia para así nunca desfallecer.

Amén.

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