martes, 24 de julio de 2018

No debemos olvidar que mientras le pedimos a Dios por la sanación física, la mayor necesidad de sanación que se debe tener es la espiritual La tradición nos cuentas que Cosme y Damián, eran unos médicos que habían entregado su corazón al Señor, quienes ofrecían sus servicios a las personas más necesitadas de manera gratuita, y lo único que les pedían a cambio, era que les permitieran hablarles sobre Jesús y el amor de Dios Ellos eran gemelos, y por su forma de ministrar sus servicios médicos, y realizar con amor el arte de sanar, trajeron a la fe cristiana, a muchas personas que no creían en Dios. En la siguiente oración, debemos reconocer que la habilidad de sanar de los Santos Cosme y Damián no viene de sus propios méritos, sino que todo esto proviene del amor a Jesucristo. Otra cosa que no debemos olvidar, es que debemos ser conscientes que mientras le pedimos sanación física de nuestros males o el de una persona amada, la mayor necesidad de sanación debe ser la espiritual, así que debemos buscar, ante todo, la intercesión de estos médicos del alma, que nos consigan la gracia de renovar nuestra fe y nuestro amor a Dios. Oración a los Santos Cosme y Damián Oh, Santos Cosme y Damián, a quien veneramos con toda humildad y afecto interior de nuestro corazón, los invocamos en este momento, gloriosos mártires de Jesucristo, quienes durante su vida ejercieron el arte de sanar con admirable caridad y sacrificio, sanando lo incurable y enfrentándose a enfermedades peligrosas, no contando tanto con la ayuda de la medicina y sus propias habilidad, sino por la invocación del poderoso nombre de Jesucristo. Ahora que ustedes, están más cerca de la Gloria de Dios en el cielo, concédannos su misericordiosa mirada sobre nuestras almas miserables y afligidas; y fijen su atención en los muchos males que nos oprimen, las enfermedades espirituales y corporales que nos rodean. Intercedan pronto por nosotros, en cada necesidad y cada dificultad Nosotros no pedimos sólo por nosotros mismos, sino también por cada uno de nuestros parientes, familiares, amigos y enemigos, de modo que, siendo restaurados en la salud del alma y el cuerpo, podamos dar gloria a Dios, y agradecer a ustedes, nuestros santos protectores. Amén - Redacción: Qriswell J. Quero, PildorasdeFe.net

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Papa Francisco: En el Evangelio de San Mateo, hay un viaje de sanación. Cada corazón herido debe emprender este viaje de sanación

 
"Orar por nuestros enemigos puede sanar nuestros corazones", ese fue el mensaje que el Papa Franciscopronunció en la homilía de la Santa Misa en la Casa de Santa Marta.
El Papa Francisco tuvo un momento de reflexión y recordó su propia infancia en Argentina, cuando en aquella oportunidad las personas oraron para que los dictadores se fuesen al infierno, y recordó que el mismo Jesús nos dice que amemos a nuestros enemigos y que debemos orar por los que nos persiguen.
Al reflexionar sobre la lectura del Evangelio de San Mateo (5,43-48), donde Jesús dice a sus discípulos que amen a sus enemigos, El Papa Francisco señaló que esta instrucción resultaba contraria a lo que los doctores de la ley enseñan en aquellos días: "Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo". Su reflexión a continuación.

El amor: verdadero sentido de la ley

La ley judía se enseñaba de una manera que era demasiado teórica, basada sólo en la letra de la ley y no en el amor de Dios en el corazón de la misma Ley.
Por esta razón, Jesús repite el mandamiento más importante del Antiguo Testamento: Ama a tu Dios con todo tu corazón, con todas tus fuerzas, y con toda tu alma, y ​​al prójimo como a ti mismo.
Esto no estaba en el corazón de aquellos que los doctores de la ley estaban enseñando. Sólo estaban preocupados por los detalles y casos particulares, pero Jesús muestra el verdadero sentido de la ley que vino a cumplir.

Claves que ayudan a sanar el corazón

Jesús ofrece muchos ejemplos para mostrar los mandamientos en una nueva luz y para demostrar que el amor es más generoso que la letra de la Ley.
Desde "No matar", lo cual significa no insultar o enfadarse con el hermano, a las instrucciones de dar el abrigo a la persona que te pide tu camisa, o ir una milla extra con la persona que quiere ser acompañada una milla.
Esto no es sólo por el cumplimiento de la ley, sino que también ayuda a sanar el corazón.
En las explicaciones de Jesús sobre los mandamientos, sobre todo en el Evangelio de San Mateo, hay un viaje de sanación.
Cada corazón herido por el pecado - ya que cada uno de nosotros lo tiene - debe emprender este viaje de sanación con el fin de ser más como nuestro Padre celestial quien es perfecto.

¿Qué implica amar a los enemigos?

La última y más difícil etapa en este viaje hacia la perfección, está contenida en las palabras de Jesús a partir de la lectura de este Evangelio de Mateo:
"Han oído ustedes que se dijo: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo. Yo, en cambio, les digo: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian y rueguen por los que los persiguen y calumnian".
Recuerdo que cuando era niño, la gente solía orar para que Dios enviara a los dictadores de aquella época al infierno, pero en su lugar, Dios nos llama a un examen de conciencia y a orar por nuestros enemigos.
Que el Señor nos conceda la gracia para orar por las personas que hacen daño y nos persiguen.
El poder de la oración, hará dos cosas: cambiará a esa persona para mejor y nos hará llegar a ser más como hijos de nuestro Padre celestial.

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