PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN
Pensamiento bíblico:
Hermanos: Bendecid a los que os persiguen; bendecid, sí, no maldigáis. Con los que ríen, estad alegres; con los que lloran, llorad. Tened igualdad de trato unos con otros: no tengáis grandes pretensiones, sino poneos al nivel de la gente humilde (Rm 12,14-16).
Pensamiento franciscano:
Dice san Francisco en la Regla: --Atiendan los hermanos a que sobre todas las cosas deben desear tener el Espíritu del Señor y su santa operación, orar siempre a él con puro corazón y tener humildad, paciencia en la persecución y en la enfermedad, y amar a los que nos persiguen y reprenden y acusan, porque dice el Señor: Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen y os calumnian (1 R 10,8-10).
Orar con la Iglesia:
Elevemos nuestra oración a Dios Padre, de quien procede la reconciliación y el perdón de los pecados:
-Para que la Iglesia sea siempre la casa paterna en la que también los hijos pródigos encuentren amor y acogida.
-Para que la Iglesia sea en toda situación instrumento y espacio de reconciliación y pacificación entre los hombres.
-Para que los cristianos, a la hora de perdonar, seamos fiel imagen del Dios del perdón.
-Para que los ofendidos perdonemos con la generosidad y benevolencia con que Dios nos perdona.
Oración: Concédenos, Padre de bondad, vivir siempre reconciliados y en paz contigo, con nosotros mismos y con nuestros hermanos. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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