Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 días con santa Faustina
Reflexión 29: Momentos de consolación
Justo en el momento adecuado, si buscamos a Dios de todo corazón todos los días, encontraremos que recibimos un momento de consuelo. Puede ser una paz o gozo inesperados, podemos sentirnos iluminados y animados, o simplemente podemos sentir la presencia de Dios en nuestras vidas. Cualquiera que sea el caso, recuerda los momentos de consuelo que recibes. No nos acompañarán todos los días, pero se dan en determinados momentos para recordarnos que Dios está con nosotros. Recuerde esos momentos, especialmente cuando tenga dificultades (vea el Diario n. ° 27).
Reflexione hoy sobre el último momento en que experimentó alguna gracia o consuelo de Dios. ¿Qué te estaba diciendo a través de esa experiencia? Reflexiona sobre ello, siéntate con él, agradécelo y recuérdalo. Deje que Dios le hable a través de esas experiencias y nunca olvide lo que dice.
Señor, te agradezco por amarme con un amor perfecto. Te agradezco por venir a mí en los momentos en que más te necesito. Ayúdame a saborear siempre esos momentos y recordarlos cuando la vida es difícil. Jesús, en Ti confío.
365 días con santa Faustina
Reflexión 29: Momentos de consolación
Justo en el momento adecuado, si buscamos a Dios de todo corazón todos los días, encontraremos que recibimos un momento de consuelo. Puede ser una paz o gozo inesperados, podemos sentirnos iluminados y animados, o simplemente podemos sentir la presencia de Dios en nuestras vidas. Cualquiera que sea el caso, recuerda los momentos de consuelo que recibes. No nos acompañarán todos los días, pero se dan en determinados momentos para recordarnos que Dios está con nosotros. Recuerde esos momentos, especialmente cuando tenga dificultades (vea el Diario n. ° 27).
Reflexione hoy sobre el último momento en que experimentó alguna gracia o consuelo de Dios. ¿Qué te estaba diciendo a través de esa experiencia? Reflexiona sobre ello, siéntate con él, agradécelo y recuérdalo. Deje que Dios le hable a través de esas experiencias y nunca olvide lo que dice.
Señor, te agradezco por amarme con un amor perfecto. Te agradezco por venir a mí en los momentos en que más te necesito. Ayúdame a saborear siempre esos momentos y recordarlos cuando la vida es difícil. Jesús, en Ti confío.
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