PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN.
Viernes,30 de octubre del 2020.
Pensamiento bíblico:
San Pablo escribió a los Filipenses: «Todo lo que para mí era ganancia, lo consideré pérdida a causa de Cristo. Más aún: todo lo considero pérdida comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo perdí todo, y todo lo considero basura con tal de ganar a Cristo» (Flp 3,7-8).
Pensamiento franciscano:
De la carta de san Francisco a toda la Orden: «A todos los reverendos y muy amados hermanos..., el hermano Francisco, hombre vil y caduco, vuestro pequeñuelo siervo, os desea salud en Aquel que nos redimió y nos lavó en su preciosísima sangre; al oír su nombre, adoradlo con temor y reverencia, rostro en tierra; su nombre es Señor Jesucristo, Hijo del Altísimo, que es bendito por los siglos» (CtaO 2-4).
Orar con la Iglesia:
Oremos, hermanos, a Dios nuestro Padre con filial confianza, pues Jesucristo, por quien hemos renacido del agua y del Espíritu Santo, intercede por nosotros.
-Para que la Iglesia se mantenga firme en la convicción de que debe obedecer a Dios antes que a los hombres.
-Para que los abatidos y todos cuantos sufren sientan la cercanía del Padre que los ama, y nosotros contribuyamos a ello.
-Para que los que tienen poder y autoridad tengan más en cuenta a los pobres y a los marginados.
-Para que los cristianos, que celebramos con gozo a Cristo resucitado, seamos testigos en la vida de lo que celebramos en la fe.
Oración: Atiende, Padre, las oraciones de tus hijos. Te las presenta Jesucristo, tu Hijo, nuestro salvador y redentor, que vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén.
Viernes,30 de octubre del 2020.
Pensamiento bíblico:
San Pablo escribió a los Filipenses: «Todo lo que para mí era ganancia, lo consideré pérdida a causa de Cristo. Más aún: todo lo considero pérdida comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo perdí todo, y todo lo considero basura con tal de ganar a Cristo» (Flp 3,7-8).
Pensamiento franciscano:
De la carta de san Francisco a toda la Orden: «A todos los reverendos y muy amados hermanos..., el hermano Francisco, hombre vil y caduco, vuestro pequeñuelo siervo, os desea salud en Aquel que nos redimió y nos lavó en su preciosísima sangre; al oír su nombre, adoradlo con temor y reverencia, rostro en tierra; su nombre es Señor Jesucristo, Hijo del Altísimo, que es bendito por los siglos» (CtaO 2-4).
Orar con la Iglesia:
Oremos, hermanos, a Dios nuestro Padre con filial confianza, pues Jesucristo, por quien hemos renacido del agua y del Espíritu Santo, intercede por nosotros.
-Para que la Iglesia se mantenga firme en la convicción de que debe obedecer a Dios antes que a los hombres.
-Para que los abatidos y todos cuantos sufren sientan la cercanía del Padre que los ama, y nosotros contribuyamos a ello.
-Para que los que tienen poder y autoridad tengan más en cuenta a los pobres y a los marginados.
-Para que los cristianos, que celebramos con gozo a Cristo resucitado, seamos testigos en la vida de lo que celebramos en la fe.
Oración: Atiende, Padre, las oraciones de tus hijos. Te las presenta Jesucristo, tu Hijo, nuestro salvador y redentor, que vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén.
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