Tema algo urticante, un gran misterio, el del sufrimiento. ¿Podemos llamarlo misterio? Creo que sí, viniendo de Dios, todo es parte de ese Misterio Divino del cual me participa activamente.
Hay muchos maestros de espiritualidad que hablan del misterio del sufrimiento y del dolor, y desde un lugar humilde, considero que:
El sufrir, se debe recibir, como tanto otro que viene de lo alto,… aceptarlo, y saberlo dentro de un misterio, porque el misterio es……¿”Cómo, Dios que me ama tanto permite este sufrir y dolor en mí……?
El sufrir, se debe recibir, como tanto otro que viene de lo alto,… aceptarlo, y saberlo dentro de un misterio, porque el misterio es……¿”Cómo, Dios que me ama tanto permite este sufrir y dolor en mí……?
Claro, se podría hacer una teología de esta frase……pero remitiédome a mi humanidad toda me permito entrar en ese misterio del¿ por qué?… ¿ Por qué si me ama tanto lo permite?.
Es aún más difícil, más misterioso, que yo entienda este sufrimiento en el amor profundísimo que Dios tiene para mí y es ésto lo que hace al dolor y al sufrimiento, aún más misterioso.
Se dice que nosotros, hijos de Dios, debemos sentir el sufrimiento como este regalo del Padre en el que a uno le comparte parte de este misterio divino, parte de ese Amor……”me ama tanto que me comparte hasta su dolor…..”
Difícil, pero real. Si no se vive la vida desde este aspecto, desde el amor, todo es muy terrible, no solo la pena, el dolor, el sufrir, sino el vivir….. Entonces, el Amor es lo importante y lo único necesario para mi vida.
Cuando uno sufre a lo largo de la vida, tanto el dolor como el sufrimiento nunca son buscados. Esta es la primera trama del misterio. No busca uno que la vida le duela.
Dios permite muchas cosas en nuestra vida, la felicidad, también el dolor y el sufrimiento, pero de estas últimas no se habla y no se cuenta a nadie, hasta que es imposible esconderlo, nadie quiere hablar del dolor….como tampoco padecerlo.
Para comprender este misterio del sufrimiento o del dolor es necesaria la aceptación. Aceptar el dolor, sentirlo, descubrirlo y saberse que uno sufre, y así llevarlo hasta que Dios quiere desde el Amor.
En todas las situaciones es difícil aceptar el dolor, es afrontar muchas cosas, por ejemplo la propia miseria, impotencia y pequeñez, enfermedad, pérdidas, etc…
Es un proceso doloroso, saberse limitado, íntimo y sobre todo solo, porque también se sufre solo. Nadie puede sentir el dolor del otro.
Cuando se sufre más allá de lo físico, sufre el alma, por éso cuando se sufre en el alma, sufre y duele la vida.
Es difícil aceptar estas experiencias del dolor y saber que están en el plan de Dios, de Su Amor, para mí….. Sólo y únicamente desde una mirada de Fe, ésto puede ser vivido.
Debe ser una Fe viva, vivida con los pies en la tierra y con los ojos en el cielo. Fe con amor en la vida con Dios, en Dios, con conciencia, y coherencia, y con una vida concreta y real vivida todos los días, agradando a Dios , único Dueño de mi vida. (JL)
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