viernes, 21 de septiembre de 2018

El sueño de Dios para tu matrimonio

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El matrimonio nos da una pequeña idea de la eterna alianza de Dios con la humanidad. Dios creó el matrimonio para su gloria  


Te invito a que le preguntes a unas diez personas por qué Dios creó el matrimonio y  verás que puedes obtener diez respuestas diferentes. Entre algunas opciones tenemos las siguientes:

- Dios creó el matrimonio para poblar la tierra.

- Dios creó el matrimonio para evitar que la gente se sienta sola.

- Dios creó el matrimonio porque dos son mejores que uno. Nuestros diferentes roles se complementan entre sí y nos hacen un todo más fuerte.

Te diré algo: ¡Hay verdad en todo esto! Pero, ¿realmente explican el propósito principal de Dios para el matrimonio? ¡No lo creo!


Por ejemplo, los animales y las plantas han podido poblar la tierra sin casarse, de modo que esa respuesta es insuficiente. Personalmente, evito la soledad jugando una ronda con algunos compañeros de golf. Y hay mucho más para el matrimonio que simplemente emparejar a dos personas que trabajan bien juntas.

El plan de Dios para el matrimonio era más complejo y significativo que cualquiera de estas simples respuestas.

Génesis 1,27-28 nos revela que Dios les dio a Adán y Eva una tarea combinada, y ninguno de ellos pudo completarse como individuos. Esta tarea era la de "llenar la tierra y someterla". Ese si que era un gran trabajo. Ellos se necesitaban el uno al otro para lograr este propósito.

Pero Dios también tenía un propósito que trascendió el reino natural y los elevó al reino espiritual. Este propósito fue tan único y sobrenatural que ninguno de nosotros lo entenderá por sí mismo. Se puede encontrar en la Carta a los Efesios 5.

Me refiero a este pasaje casi todos los días en mi ministerio a las parejas porque describe perfectamente el plan de Dios para un matrimonio feliz y satisfactorio.

Una y otra vez, San Pablo compara el matrimonio con nuestra relación con Cristo.
En este famoso pasaje, San Pablo alienta a las esposas a someterse a sus maridos "como la iglesia se somete a Cristo" (v. 22). Les dice a los esposos que "amen a sus esposas como Cristo amó a la iglesia" (v. 25).

Él comienza el pasaje con la instrucción de que "nos sometemos unos a otros por reverencia a Cristo" (v. 21). Termina refiriéndose a las palabras que Dios le habló a Adán y Eva acerca de convertirse en "una sola carne" e indica que estas palabras apuntan hacia Cristo y a la Iglesia (vv 31-32).

El matrimonio, dice San Pablo, es un arquetipo de la alianza de Cristo con su pueblo. La forma en que nos relacionamos entre nosotros tiene la intención de reflejar nuestra relación con Jesús. El matrimonio nos da una pequeña idea de la eterna alianza de Dios con la humanidad.

Ese es un propósito impresionantemente significativo.

A través de la alianza del matrimonio, nos encontramos conducidos al misterio de Dios. De una manera muy real y dinámica, el matrimonio nos permite participar, sobrenaturalmente, con la naturaleza divina de Dios.

Dios creó el matrimonio para su gloria y para demostrar el esplendor y la belleza de Dios mismo.

Tú, estás casado para mostrar al mundo la promesa de la alianza de Dios. Es por eso que Él creó el matrimonio. Y es por eso que todos los cristianos tomamos el matrimonio muy, muy en serio.

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