Papa Francisco: El ángel de la guarda siempre nos protege, sobre todo del mal. Es como tener el embajador de Dios con nosotros
El Papa Francisco dice que Dios ha dado a todos un ángel de la guarda que nos acompaña y nos ofrece su consejo y su protección, un ángel a quien debemos escuchar con humildad y respeto.
Celebrando la fiesta de los Santos Ángeles Custodios, el Santo Padre reflexionó sobre esta presencia divina en nuestras vidas, y ha descrito a estas creaturas como embajadores de Dios, quienes nos acompañan, a cada uno de nosotros.
Además, el San Padre señaló cómo la prueba de esto es ilustrada cuando Dios expulsó a Adán del Paraíso. Él no dejó a Adán por su cuenta, o le dijo: "Válete por ti mismo lo mejor que puedas".
El Papa Francisco subrayó que a cada persona le ha sido dado un ángel de la guarda por Dios que permanece siempre a nuestro lado. A continuación su mensaje:
Ángel de la guarda: Embajador de Dios
El Ángel de la guarda ¡está siempre con nosotros! Y esto es una realidad. Es como tener el embajador de Dios con nosotros. Y el Señor nos aconseja: "¡Respeta su presencia!"
Y cuando nosotros, por ejemplo, cometemos un pecado y creemos que estamos por nuestra cuenta: No, él está allí. Muestra respeto por su presencia.
Escucha la voz de tu Ángel de la Guarda porque él nos da consejos. Cuando oímos esa inspiración: «Pero, hacer esto ... esto es mejor ... no deberíamos hacer eso» ¡Escucha! No vayas en contra de él
El Ángel es nuestro amigo fiel y protector
El ángel de la guarda siempre nos protege, sobre todo del mal. Algunas veces, señaló, creemos que podemos ocultar tantas cosas, cosas malas que al final siempre salen a la luz.
El Ángel está ahí para aconsejarnos y cubrirnos, sólo como un amigo lo haría. Un amigo que no vemos pero que oímos. Un amigo que estará un día con nosotros en el gozo eterno de los Cielos.
Respeta y escucha a tu Ángel de la Guarda
Todo lo que el Ángel pide es que lo escuchemos y lo respetemos. Eso es todo, el respeto y la escucha (a él). Y este respecto y escuchar a este compañero en el viaje se llama mansedumbre.
El cristiano debe ser manso cuando se trata del Espíritu Santo. La mansedumbre hacia el Espíritu Santo comienza con esto, cediendo a los consejos dados por este compañero en el viaje.
El Ángel de la Guarda nos enseña a ser como niños
Para ser mansos, tenemos que ser como niños pequeños y nuestro Ángel de la Guarda es un compañero que nos enseña esta humildad y al igual que los niños deberíamos escucharlo.
Pidamos al Señor la gracia de esta mansedumbre, para escuchar la voz de este compañero, de este embajador de Dios que nos acompaña en su nombre y que podamos estar apoyado por su ayuda. Siempre debemos avanzar en el camino.
Y en esta Misa, donde alabamos al Señor, recordemos qué tan bueno ha sido el Señor, que inmediatamente después de que perdimos su amistad, no nos dejó solo, no nos abandonó.
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