Papa Francisco: La obediencia es hacer la Voluntad de Dios, que es el camino abierto a nosotros por Jesús. El cristiano debe obedecer a Dios
"la alegría pascual trae consigo la obediencia cristiana, el testimonio y el realismo, que llevan a la persecución de los cristianos de todo el mundo por su "molesto" testimonio de Jesús", así lo expresó el Papa Francisco durante su homilía realizada la celebración de la Santa Misa en la Casa de Santa Marta en la Ciudad del Vaticano.
El Papa ha recordado a los muchos cristianos perseguidos en el mundo de hoy, diciendo que "el testimonio cristiano puede ser molesto" para aquellos que se niegan a escuchar la verdad.
En su homilía, el Papa Francisco ha reflexionado sobre los tres rasgos que nacen de la alegría pascual: la obediencia, el testimonio y el realismo.
La alegría de Pascua
Los 50 días de Pascua antes de Pentecostés fueron un "tiempo de alegría" para los Apóstoles debido a la Resurrección de Cristo. La suya era una verdadera alegría, pero contenía tintes de duda y miedo.
Sólo después de Pentecostés y el descenso del Espíritu Santo, la alegría de los Apóstoles se volvió valiente, ya que ahora entendían el significado del misterio pascual.
1.- Obediencia: hacer la Voluntad de Dios.
El Sanedrín había prohibido a los Apóstoles proclamar a Jesús, quienes, negándose a obedecer a los hombres por encima Dios, volvieron a predicar en el Templo, a pesar de la amenaza de la prisión.
Una vida de obediencia es la clave de la primera lectura del Libro de los Hechos (5: 27-33) y del Evangelio (Juan 3, 31-36).
La obediencia es hacer la Voluntad de Dios, que es el camino abierto a nosotros por Jesús. El cristiano debe obedecer a Dios.
2.- Ser testimonios.
La segunda característica de los Apóstoles, es "ser testimonios". Su testimonio molestó a sus contemporáneos, así como el testimonio cristiano lo hace hoy en día para algunos.
Esto sucede tal vez porque buscamos un compromiso "entre el mundo y nosotros". Pero el testimonio cristiano no conoce rutas de compromiso, es paciente cuando guía a otros que no piensan como nosotros o comparten nuestra fe; tolera y acompaña, pero nunca vende la verdad.
Primero, obediencia, y segundo, testimonio, lo cual es una molestia para algunos.
Han habido tantas persecuciones desde ese momento. Piensa en los cristianos perseguidos en África y Medio Oriente. Hay más hoy que en el cristianismo primitivo: personas en la cárcel, asesinadas y ahorcadas para dar testimonio de Jesús. Son testigos hasta el final
3.- Realismo: no ser cristianos diluidos.
El tercer aspecto de la alegría de la Pascua es el realismo. Los Apóstoles hablaron de cosas concretas y no de cuentos de hadas. Del mismo modo en cómo ellos habían visto y tocado a Jesús, así también cada uno de nosotros ha experimentado a Jesús en nuestras vidas.
A menudo sucede que los pecados, los compromisos o los temores nos hacen olvidar este primer encuentro, el que cambió nuestras vidas. Llevamos un recuerdo con nosotros que se diluye para hacernos cristianos de agua de rosas: diluidos y superficiales.
Debemos pedir la gracia del Espíritu Santo del realismo. Jesús ha entrado en mi vida y mi corazón. Del mismo modo, tienes el Espíritu Santo. Puede que lo hayas olvidado, pero la gracia del primer encuentro vive en mí.
Recemos el uno por el otro: la alegría que proviene del Espíritu Santo: la alegría de la obediencia pascual, la alegría del testimonio de Pascua y la alegría del realismo pascual.
Papa Francisco. Homilía en Santa Marta. 12 de abril de 2018
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