martes, 14 de agosto de 2018

Papa Francisco: La mundanidad te conduce a la doble vida, a la hipocresía

papa francisco mirando hacia abajo rostro triste


Papa Francisco: La mundanidad nos aleja de la vida, nos hace incoherentes, uno finge ser así, pero vive de otra manera ¡Es hipocresía!  


La importancia de salvaguardar nuestra identidad cristiana y no vivir una doble vida: fue el tema central de la homilía del Papa Francisco durante la celebración de Santa Misa en Santa Marta.

El Santo Padre comenzó reflexionando sobre el anciano judío Eleazar quien prefirió ser martirizado en lugar de someterse a las leyes injustas que leemos en el segundo libro de Macabeos (6,18-31). A los 90 años de edad, Eleazar se negó a comer carne de cerdo y rechazó la oferta de sus amigos "mundanos" que ponía en riesgo su dignidad, eligiendo en cambio, sufrir la pena del martirio

La mundanidad carcome y destruye
La mundanidad espiritual nos aleja de la vida, nos hace incoherentes, uno finge ser así, pero vive de otra manera.


Y la mundanidad es difícil conocerla desde el inicio porque es como la carcoma que lentamente destruye, degrada la tela y después esa tela se vuelve inservible y el hombre que se deja llevar adelante por la mundanidad, pierde su identidad cristiana.

La carcoma de la mundanidad ha arruinado su identidad cristiana, es incapaz de coherencia.

"...Oh, yo soy tan católico, Padre, yo voy a Misa todos los domingos, tan católico".

Y después vas a trabajar, a realizar tu profesión: Pero si tú me compras esto, hacemos este tráfico de influencias y tú recibes el soborno. Esta no es coherencia de vida, esto es mundanidad, para dar un ejemplo.

La mundanidad te conduce a la doble vida, a la que aparece y a la que es verdadera, y te aleja de Dios y destruye tu identidad cristiana.

Dios nos sostiene y nos libra de la mundanidad
Por esta razón, Jesús es tan fuerte cuando pide al Padre que salve a los discípulos del espíritu mundano, que destruye la identidad cristiana.

Un ejemplo de bastión contra este espíritu es precisamente Eleazar, quien piensa en los jóvenes, que si él hubiese cedido al espíritu mundano, se habrían perdido ellos también por su culpa.

El espíritu cristiano, la identidad cristiana, jamás es egoísta, siempre trata de cuidar con la propia coherencia, cuidar, evitar el escándalo, cuidar a los demás, dar un buen ejemplo.

"...Pero no es fácil, Padre, vivir en este mundo, donde las tentaciones son tantas, y el truco de la doble vida nos tienta todos los días, no es fácil".

Para nosotros, no sólo no es fácil, es imposible. Sólo Él es capaz de hacerlo. Y por esto hemos rezado en el Salmo: "El Señor me sostiene".

Nuestro apoyo contra la mundanidad que destruye nuestra identidad cristiana, que nos lleva a la doble vida, es el Señor.

En la Biblia encontraremos fuerza y apoyo
El Señor es el único que puede salvarnos y nuestra oración humilde será:

"Señor, soy pecador, verdaderamente, todos lo somos, pero te pido tu apoyo, dame tu apoyo para que, por una parte, no finja ser cristiano y, por otra, viva como un pagano, como mundano".

Si ustedes tienen hoy un poco de tiempo, tomen la Biblia, el segundo libro de los Macabeos, capítulo sexto, y lean esta historia de Eleazar. Les hará bien, les dará valor para ser ejemplo para todos y también les dará fuerza y apoyo para llevar adelante la identidad cristiana, sin componendas, sin doble vida.

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