Publicado por Marcus en 16 de de agosto de, 2011
Publicado: el combate espiritual .

San Miguel el arcángel, defiéndenos en la batalla , sea nuestro refugio contra la perversidad y asechanzas del demonio. Ordene a Dios, lo pedimos, y vosotros, príncipe de la milicia celestial, por la virtud divina, precipitad en el infierno a satanás ya los otros espíritus malignos, que andan por el mundo para perder las almas. Amén ".
Sacratísimo Corazón de Jesús
Sagrado Corazón de Jesús
Sagrado Corazón de Jesús
Sagrado Corazón de Jesús
Sagrado Corazón de Jesús
Jesús amado, Jesús Crucificado, contemplo hoy tus Santas Llagas y te pido perdón por mis pecados. Sé que son muchos, sé que muchos de ellos lo hirieron profundamente. Pero, os pido también hoy la gracia de conocerlos todos, de arrepentirse y no volver a pecar. Perdón por toda falta de amor con que traté tu Sagrado Corazón por tanto tiempo de mi vida.
Perdón por mi falta de confianza en tu poder, perdón por qué tantas veces esta falta de confianza me llevó a actuar desesperadamente.
Perdón por mi falta de fe en Su Presencia real en la Eucaristía.
Perdón por mi falta de esperanza que tantas veces me llevó a atropellar tus planes para conmigo.
En fin, perdón Señor por tantas veces que no supo perdonar y conserve en mí el odio y el rencor que tanto me alejan de ti.
Quiero hoy reparar todas las maldades que he cometido contra tu Sagrado Cuerpo. Maldades éstas que te abrieron de tan profundas llagas.
Señor Jesús, por tus Santas Llagas, enséñame el Camino de la Santidad. Amén.
Perdón por mi falta de confianza en tu poder, perdón por qué tantas veces esta falta de confianza me llevó a actuar desesperadamente.
Perdón por mi falta de fe en Su Presencia real en la Eucaristía.
Perdón por mi falta de esperanza que tantas veces me llevó a atropellar tus planes para conmigo.
En fin, perdón Señor por tantas veces que no supo perdonar y conserve en mí el odio y el rencor que tanto me alejan de ti.
Quiero hoy reparar todas las maldades que he cometido contra tu Sagrado Cuerpo. Maldades éstas que te abrieron de tan profundas llagas.
Señor Jesús, por tus Santas Llagas, enséñame el Camino de la Santidad. Amén.
Jaculatorias y Antífonas
San Miguel Arcángel, nuestro intercesor junto a Jesús y María, venid a socorrernos en nuestras enfermedades del cuerpo y del alma.
Oh! Lámparas radiante del cielo, Ejército triunfante de la Corte Celeste, asistió a la Santa Iglesia y le dio victoria sobre todos sus enemigos.
Oh! Los coros admirables de la Jerarquía celestial, que sirves a Dios en el cielo y en la tierra, te oponen al mal y haz que el bien triunfe en todos los países de la tierra.
San Miguel, comodidad de los Apóstoles de Cristo, nos obtiene alegría y constancia en la misión de llevar el Evangelio a las almas.
San Miguel, amigo, protector y maestro de la virtud que santifica a vuestros devotos, nos obtiene la gracia de la santidad.
Oh! de la Iglesia, defensor de las almas, os ruego humildemente que vuestra ayuda nos ampare, vuestra fortaleza nos defienda, vuestra virtud nos fortifique, para que cuando salgamos de esta vida, seamos defendidos por Vos, del dragón infernal y de sus astucias y que aparecimos limpios de toda culpa ante la Divina Majestad.
Amén!
Mientras que el arcángel Miguel luchando con el dragón, se oyó la voz de los que dicen:
¡Viva nuestro Dios, Aleluya!
¡Viva nuestro Dios, Aleluya!
Arcángel Miguel, Dios te ha constituido Príncipe de todas las almas que se deben salvar.
Los ángeles del Señor, bendecid al Señor para siempre.
Ángeles y Arcángeles, Tronos y Dominaciones, Principios, Virtudes de los Cielos, alabad al Señor de las alturas, Aleluya.
Ángeles y Arcángeles, Tronos y Dominaciones, Principios, Virtudes de los Cielos, alabad al Señor de las alturas, Aleluya.
Mientras Juan contemplaba el sagrado misterio, el Arcángel Miguel tocó la trompeta: Perdón, Señor y nuestro Dios, vosotros que abrís el Libro y le desatáis los sellos, Aleluya.
Cantaré, oh Dios mío, vuestras alabanzas en la presencia de los Ángeles.
Te adoraré en tu Templo y alabaré tu nombre.
Gloriosísimo Príncipe, Miguel Arcángel, acuérdate de nosotros.
Aquí y en todas partes, ruega por nosotros al Hijo de Dios, Aleluya, Aleluya.
Te adoraré en tu Templo y alabaré tu nombre.
Gloriosísimo Príncipe, Miguel Arcángel, acuérdate de nosotros.
Aquí y en todas partes, ruega por nosotros al Hijo de Dios, Aleluya, Aleluya.
Se agitó el mar y la tierra tembló, cuando el Arcángel Miguel descendió de las alturas.
Alabamos al Señor, a quien los Ángeles alaban, los Querubines y los Serafines cantan: Santo, Santo, Santo! Dios Santo, Señor, los Ángeles os alaban en las alturas, diciendo a una sola voz: "A ti, Dios, la alabanza"
Alabamos al Señor, a quien los Ángeles alaban, los Querubines y los Serafines cantan: Santo, Santo, Santo! Dios Santo, Señor, los Ángeles os alaban en las alturas, diciendo a una sola voz: "A ti, Dios, la alabanza"
San Miguel, uno de los que están más cerca de Dios, acudió en mi socorro.
Consagración de la familia a San Miguel Arcángel
El Santo Arcángel San Miguel, príncipe y jefe de las legiones angélicas, penetrado del sentimiento de vuestra grandeza, de vuestra bondad y vuestro poder, en presencia de la adorable Santísima Trinidad, de la Virgen María y toda la corte celeste, yo (nombre), vengo hoy consagrar a mi familia a vosotros.
Quiero, con mi familia, honrar e invocar fielmente.
Recibimos bajo vuestra especial protección y dignos desde entonces velar sobre nuestros intereses espirituales y temporales.
Conserva entre nosotros la perfecta unión del espíritu de los corazones y del amor familiar. Defendednos contra el ataque enemigo, preservaos de todo mal y, particularmente, de la desgracia de ofender a Dios. Que por nuestros cuidados, devotos y vigilantes, lleguemos todos a la felicidad eterna. Dignaos, gran San Miguel, reunir a todos los miembros de nuestra familia. Amén '.
Quiero, con mi familia, honrar e invocar fielmente.
Recibimos bajo vuestra especial protección y dignos desde entonces velar sobre nuestros intereses espirituales y temporales.
Conserva entre nosotros la perfecta unión del espíritu de los corazones y del amor familiar. Defendednos contra el ataque enemigo, preservaos de todo mal y, particularmente, de la desgracia de ofender a Dios. Que por nuestros cuidados, devotos y vigilantes, lleguemos todos a la felicidad eterna. Dignaos, gran San Miguel, reunir a todos los miembros de nuestra familia. Amén '.
(Reza diariamente esta consagración y, por la perseverancia, verás las intervenciones milagrosas de San Miguel en su hogar y con todos sus familiares)
¡Levántate Dios! Por intercesión de la Bienaventurada y siempre Virgen María, de su casto esposo San José, de San Miguel Arcángel y de toda Milicia Celeste. Que sean dispersos Sus enemigos y huyan de Su rostro a todos los que lo odian. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Amén.
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