Brisa Andina
Caricias para el Alma
“Dios ha hecho de nosotros lo que somos”… (Efesios 2,10).
Eres único. De un valor inestimable.
Dios nunca creará a alguien como tú. Has sido creado para cumplir con un fin preciso. No dejes nunca de ser quién eres so pretexto de que quieras parecerte a otro. Mira a tantos los que quieras, pero no copies a nadie. ¿Te das cuenta de la intensidad del amor de Dios por ti?
Puede sucederte que te sientas decepcionado; le has pedido algo y él no ha hecho lo que esperabas de él. En lugar de sentirte mal amado, tómate un poco de alejamiento. ¿No te ha bendecido nunca? ¿No te ha sostenido en los pasos difíciles, incluso los que te parecían más largos?
No te comportes como si tu Padre celestial no te amara, bajo el pretexto que él no responde sin cesar a tus menores deseos. La diversidad es querida por Dios.
Ser diferente no implica ninguna superioridad o inferioridad frente a los demás; tú hubieras sido incapaz de perseverar en la vida como lo has hecho. Otros, no habrían soportado pasar por donde tú has pasado.
Así estás equipado como ningún otro para expandir la bendición a tu alrededor.
La gente será bendecida por ti si eres sincero y disponible para ayudarlos, y no porque seas perfecto.
No te dejes manipular hasta el punto de que pierdas tu individualidad. Los que intentan hacerlo no pueden vivir tu destino, ni representar tu papel. Dios te ha preparado a la vida más bien que preparar la vida para ti.
Que tu vida esté conforme con tus deseos o no, levántate y anuncia: “Listo o no. Señor heme aquí”.
Felipe Santos Campaña
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