Eucaristía, pacto de amor con Dios
Un Pacto de Comunión en el amor consumado en la entrega total de la vida y sellado con la sangre de Jesús.
Por: Guillermo Ortiz, S.J. | Fuente: Reflexiones Siglo XXI
El Evangelio de san Juan en los capítulos de la Última Cena, nos muestra una profunda coincidencia entre el sueño de Dios y el anhelo del corazón humano. Ahí vemos cómo Jesús, Hijo de Dios, ama a sus discípulos sirviéndolos y entregando su vida entera por ellos. Jesús se ata una toalla a la cintura y lava los pies de sus discípulos. "Así tienen que servirse entre ustedes - les dice Jesús. Ustedes son mis amigos si hacen lo que les pido"; "Ámense entre ustedes como yo los amo"; "Nadie tiene más amor que aquel que da la vida por sus amigos".
Y san Mateo, san Lucas y san Marcos nos refieren que en ese momento, partiendo el pan, Jesús les dice: "Tomen y coman esto es mi cuerpo que será entregado por ustedes, toman y beban mi sangre que será derramada por ustedes. Sangre de la alianza nueva y eterna". Entonces, los discípulos empiezan a entender que Dios les está ofreciendo una Alianza de Amor, un Pacto de Comunión en el amor consumado en la entrega total de la vida y sellado con la sangre de Jesús.
De este modo, el anhelo más hondo del corazón humano es fecundado por un pacto de comunión con Dios. Dios le da al amor humano, por su comunión con nosotros, una profundidad y una grandeza que va más allá de lo humano. Este pacto de comunión nos injerta en el mismo corazón de Dios encendido en un Amor más fuerte que el mal y más fiel todavía que la misma muerte.
Acepto, Jesús, y quiero vivir este Pacto de Comunión en el amor.
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