lunes, 7 de septiembre de 2020

Reflexión 251: La morada interior de tu corazón




Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 días con santa Faustina



Reflexión 251: La morada interior de tu corazón


El Señor desea venir a ti y hacer Su morada dentro de tu corazón. Pero cuando viene a ti, ¿qué encuentra? ¿Cuál es la condición de tu corazón? Algunos corazones son como un jardín de rosas fragante. Hay luz, belleza, magnificencia y resplandor. Es un lugar de reposo pacífico y un lugar santificado por la presencia de nuestro Señor. Otros corazones son como una celda de prisión oscura, fría, aislada y lúgubre. Estas son las almas que están atrapadas en un ciclo de pecado y han fallado, una y otra vez, para permitir que el Señor entre. Pero Él elige entrar en su corazón, sin importar la condición. Ya sea un fragante campo de rosas o la oscuridad y el aislamiento de una prisión, el Señor quiere entrar (Ver Diario # 1280).

Reflexiona sobre la cámara interior de tu corazón. ¿Cómo es este lugar de vivienda? Sea honesto y revele este lugar escondido a nuestro Señor. Si tu corazón se parece más a una mazmorra lúgubre, fría, oscura y aislada, entonces debes saber que tú, más que cualquier otro, estás invitado a recibir la Misericordia de Dios. Quiere acercarse a ti y abrir la puerta de esa prisión en la que te sientes atrapado y aislado. Él no se aleja de ti en esta oscuridad y entrará. Pero cuando Él entra, lo hace para liberarte. Quiere transformar tu alma en un lugar de dulce deleite. Esto requiere trabajo, entrega, honestidad, humildad y confianza. Pero Dios puede hacer todas las cosas y puede transformar el alma más miserable en un jardín de belleza y amor. Su Misericordia produce la tierra, el sol, la semilla, el agua y todo lo necesario para recrear la cámara interior de tu alma.

Precioso Señor, te doy el aposento interior de mi alma. Ven y descansa dentro de mí, transformando mi corazón en tu santa morada. Te doy, querido Señor, todo lo que soy y todo lo que tengo. Recrearme y hacerme nuevo. Jesús, en Ti confío.

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