Publicado: 23 de febrero de 2019 06:36 PM PST
PREPARACIÓN
Este ejercicio piadoso en honra del Glorioso San José apenas te llevará unos minutos; procura hacerlo teniendo cerca una imagen suya, que bien puede ser la que acompaña este artículo. Luego, recogido de las preocupaciones cotidianas, intenta adentrarte en espíritu en la casa de Nazareth, y situado en medio de la Sagrada Familia, contempla la figura paternal de San José, que cuida al Niño, lo besa, lo educa, lo mima... ¿qué podrá negar Jesús Nuestro Señor al que así lo acunó en Su Santa Infancia?
En el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois, Bondad infinita y porque os amo sobre todas las cosas, (se golpea el pecho 2 veces) a mi me pesa, pésame, Señor, de todo corazón de haberos ofendido; yo os propongo firmemente la enmienda de nunca más pecar, y apartarme de todas las ocasiones de ofenderos; confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Os ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como os lo suplico, así confío en Vuestra Divina Bondad y Misericordia infinita, me los perdonaréis, por los merecimientos de Vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte, y me daréis gracias para enmendarme y perseverar en Vuestro santo servicio hasta el fin de mi vida. Amén.
OFRECIMIENTO
Glorioso Patriarca San José, eficaz consuelo de los afligidos y seguro refugio de los moribundos; dignaos aceptar el obsequio de este Ejercicio que voy a rezar en memoria de vuestros Siete Dolores y Gozos. Y así como en vuestra feliz muerte, Jesucristo y Su Madre María os asistieron y consolaron tan amorosamente, así también Vos, asistidme en aquel trance, para que, no faltando yo a la fe, a la esperanza y a la caridad, me haga digno, por los méritos de la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo y vuestro patrocinio, de la consecución de la vida eterna, y por tanto de vuestra compañía en el Cielo.
-Cuarto Dolor: la Profecía de Simeón, al predecir los sufrimientos de Jesús y María.
"Simeón los bendijo, y dijo a María, Su Madre: Mira, Éste ha sido puesto como signo de contradicción para que se descubran los pensamientos de muchos corazones" (Evangelio de San Lucas, cap. 2, vers. 34-35).
-Cuarta Alegría: la predicción de la Salvación y la gloriosa resurrección de innumerables almas.
Por la señal + de la Santa Cruz, etc.
En el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois, Bondad infinita y porque os amo sobre todas las cosas, (se golpea el pecho 2 veces) a mi me pesa, pésame, Señor, de todo corazón de haberos ofendido; yo os propongo firmemente la enmienda de nunca más pecar, y apartarme de todas las ocasiones de ofenderos; confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Os ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como os lo suplico, así confío en Vuestra Divina Bondad y Misericordia infinita, me los perdonaréis, por los merecimientos de Vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte, y me daréis gracias para enmendarme y perseverar en Vuestro santo servicio hasta el fin de mi vida. Amén.
OFRECIMIENTO
Glorioso Patriarca San José, eficaz consuelo de los afligidos y seguro refugio de los moribundos; dignaos aceptar el obsequio de este Ejercicio que voy a rezar en memoria de vuestros Siete Dolores y Gozos. Y así como en vuestra feliz muerte, Jesucristo y Su Madre María os asistieron y consolaron tan amorosamente, así también Vos, asistidme en aquel trance, para que, no faltando yo a la fe, a la esperanza y a la caridad, me haga digno, por los méritos de la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo y vuestro patrocinio, de la consecución de la vida eterna, y por tanto de vuestra compañía en el Cielo.
DOLORES Y GOZOS DE SAN JOSÉ
"Simeón los bendijo, y dijo a María, Su Madre: Mira, Éste ha sido puesto como signo de contradicción para que se descubran los pensamientos de muchos corazones" (Evangelio de San Lucas, cap. 2, vers. 34-35).
-Cuarta Alegría: la predicción de la Salvación y la gloriosa resurrección de innumerables almas.
"Porque han visto mis ojos tu salvación, la que preparaste ante todos los pueblos; luz para iluminar a las naciones" (Evangelio de San Lucas, cap. 2, vers. 30-31)
ORACIÓN
Oh Santo fidelísimo, que tuviste parte en los Misterios de nuestra Redención, Glorioso San José; aunque la Profecía de Simeón acerca de los sufrimientos que debían pasar Jesús y María te causó dolor mortal, sin embargo te llenó también de alegría, anunciándote al mismo tiempo la salvación y resurrección gloriosa que de ahí se seguiría para un gran número de almas.
Por este dolor y por este gozo consíguenos ser del número de los que, por los méritos de Jesús y la intercesión de la Bienaventurada Virgen María, han de resucitar gloriosamente.
Por este dolor y por este gozo consíguenos ser del número de los que, por los méritos de Jesús y la intercesión de la Bienaventurada Virgen María, han de resucitar gloriosamente.
Ahora, reza con piedad un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria, para terminar diciendo
San José, modelo y patrono de aquellos que aman al Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.
Y terminamos este ejercicio piadoso signándonos en el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
INDULGENCIAS QUE PODEMOS GANAR cuando practicamos LOS SIETE DOMINGOS DE SAN JOSÉ
El Papa Gregorio XVI concedió 300 días en cada uno de los seis primeros Domingos; indulgencia plenaria en el séptimo, confesando y comulgando (22 de Enero de 1836)
El Papa Pío IX concedió una indulgencia plenaria para cada uno de los siete domingos de San José, si se observan las condiciones de Confesión, Comunión y visita en cualquier templo, rogando por las necesidades de la Santa Iglesia (1 de Febrero de 1847)
Se pueden rezar también en cualquier época del año, pero, han de ser siete Domingos seguidos, sin interrupción y que en cada Domingo se recen TODOS los Dolores y Gozos de San José; y quien esté impedido a leer, debe rezar siete veces el Padrenuestro, el Avemaría y el Gloria.
Las indulgencias son aplicables a las Benditas Almas retenidas en el Purgatorio.
INDULGENCIAS QUE PODEMOS GANAR cuando practicamos LOS SIETE DOMINGOS DE SAN JOSÉ
El Papa Gregorio XVI concedió 300 días en cada uno de los seis primeros Domingos; indulgencia plenaria en el séptimo, confesando y comulgando (22 de Enero de 1836)
El Papa Pío IX concedió una indulgencia plenaria para cada uno de los siete domingos de San José, si se observan las condiciones de Confesión, Comunión y visita en cualquier templo, rogando por las necesidades de la Santa Iglesia (1 de Febrero de 1847)
Se pueden rezar también en cualquier época del año, pero, han de ser siete Domingos seguidos, sin interrupción y que en cada Domingo se recen TODOS los Dolores y Gozos de San José; y quien esté impedido a leer, debe rezar siete veces el Padrenuestro, el Avemaría y el Gloria.
Las indulgencias son aplicables a las Benditas Almas retenidas en el Purgatorio.
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