Hace 8 años, el día 8 de junio de 2010, en la clausura del Año Sacerdotal que había convocado el Papa Benedicto XVI, una mujer, Úrsula Krieger, sintió una llamada a rezar por los sacerdotes de una manera muy especial. Así nació esta iniciativa de adopción espiritual de sacerdotes y que en España es uno de los apostolados de Misión MAS. Nada mejor que leer las palabras que la propia Úrsula escribió en su día:
«EL FUEGO DE ARS
La idea se me ocurrió después del retiro de sacerdotes que organizó ICCRS [Servicio de la Renovación Carismática Católica Internacional en sus siglas en inglés] en Roma, donde tuve la posibilidad de escuchar a Sor Briege McKenna. En una profecía, ella hablaba de las grandísimas dificultades que iban a enfrentar los sacerdotes, pero el Señor les prometía no dejarlos solos, puesto que iba a haber personas que los iban a sostener. En aquellos días no se hablaba en televisión sino de los abusos sexuales cometidos por sacerdotes… Entre los muchos participantes, conocí a un grupo de misioneros que estaban dispuestos a arriesgar sus vidas en sitios verdaderamente peligrosos para ayudarle a las personas más desamparadas y brindarles la alegría de conocer a Jesús…
En fin, ¡era un remolino de impresiones! De repente vi al sacerdote con otros ojos y me di cuenta, no sólo de todo lo que ellos sacrificaban para seguir a Jesús, sino también de lo importante que eran para nosotros: son ellos los que ponen a Jesús en el sagrario.
Sabes, me puse a pensar en la figura del Buen Pastor. El Pastor se encarga de que sus ovejas reciban el alimento y el cobijo necesario. Al mismo tiempo el pastor necesita la lana de las ovejas para protegerse del frío y su leche para alimentarse. Nosotros recibimos tanto de ellos y a menudo exigimos tanto. Pretendemos que sean santos, perfectos, siempre disponibles y los criticamos cuando detectamos debilidades humanas…
En pocas palabras, sentí que era necesario orar tantísimo por ellos, que con frecuencia son calumniados, perseguidos, no poseen los medios para realizar su labor evangelizadora o que pueden a veces sentirse solos.
La idea que se me ocurrió fue la de “adoptar” a un sacerdote espiritualmente. Se trata de una cuestión realmente sencilla. Durante la adoración eucarística se coloca a los pies del altar, o de donde esté expuesto el Santísimo, una canasta o una caja que lleve un letrero: “El Fuego de Ars”.
El nombre se me ocurrió pensando, por una parte, en que el Santo Cura de Ars es el patrón de los sacerdotes, por otra porque espero que el fuego del Espíritu Santo encienda los corazones de los sacerdotes y, por último, porque quiero que esta iniciativa se riegue por el mundo como un fuego.
En la canasta se colocan unos papelitos que llevan en una cara la oración de Santa Teresita*. Al final de la adoración se invita a quien lo desee, que pesque un papelito de la canasta y se comprometa a rezar hasta la siguiente adoración una vez al día la oración de Santa Teresita y un rosario a la semana por el sacerdote que le haya tocado. No debe faltar el nombre del Papa, el de tu obispo y el de tu párroco, así como el de aquellos que han pedido que ores por ellos o de quienes tú sabes que se encuentran en dificultades.En la próxima adoración la persona podrá sacar otro papelito y “adoptar” a otro sacerdote. ¡Eso es todo!»
En estos 8 años el “Fuego” ha ido extendiéndose y tomando distintas formas: cenáculos de adoración, Rosarios por sacerdotes y otras iniciativas presenciales. En este momento está en Italia, en Hungría y en España. Como había personas que no podían acudir, a Úrsula se le ocurrió la fórmula de la oración “a distancia”. Cada mes se recibe por WhatsApp el nombre de un sacerdote para rezar por él. En España es la fórmula que mejor ha funcionado y ya son más de 100 los padrinos y madrinas que están rezando por los sacerdotes. ¡Incluido algún sacerdote! Si alguien está interesado en saber más puede entrar en el siguiente enlace de este mismo blog: “El Fuego de Ars” . También hay un blog del Fuego de Ars y tenemos perfil en Facebook. Necesitamos muchos más padrinos y madrinas para “proteger” con nuestra oración a los sacerdotes.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario