Sí, Jesús nos da su corazón una y otra vez, lo único razonable que podemos hacer a cambio es entregarle nuestro corazón…
“Mira este Corazón que tanto ha amado a los hombres.” Jesucristo
En el mismo centro del cristianismo está el amor. El amor es la totalidad del mensaje, la totalidad de la ley. Ahora, no me refiero al amor en el sentido de pasar rápidamente por un capricho o una atracción sexual, estas son dos definiciones equivocadas de nuestra cultura confusa, sino más bien del sacrificio de donarse, de entregarse a los demás. En su esencia, el amor no es más que sacrificar tu vida por el bien de otros.
“La devoción al Sagrado Corazón de Jesús, por su propia naturaleza, es un culto de amor con el que Dios, a través de Jesús, nos ha amado, y, al mismo tiempo, es un ejercicio de nuestro amor propio por medio del cual estamos relacionados a Dios y a los hombres”. (Papa Pío XII)
Cuanto más profundo crecemos en la fe católica y apostólica, más nos damos cuenta de que el Evangelio se centra, no tanto en nuestro amor hacia Dios, sino en el amor de Dios hacia nosotros. La Santa Iglesia ha dedicado el mes de junio a una devoción que nos recuerda la profundidad del amor de Dios por sus criaturas: la devoción al Sagrado Corazón de Jesús
En el ardor y el herido Sagrado Corazón, vemos que el corazón de Dios se consume en amor por nosotros, hasta el punto en que estuvo dispuesto a sufrir y morir por nosotros de la manera tan espantosa. El Sagrado Corazón nos enseña que el verdadero amor es siempre costoso, pero siempre da la vida.
Hay mucho más que se puede decir acerca de la devoción al Sagrado Corazón, pero hoy quiero centrarme en 7 maneras en que podemos honrarlo.
1.- La Consagración
En la mediación del Sagrado Corazón de Jesús, nos damos cuenta de la profundidad del sacrificio de amor de Dios por nosotros. Jesús se entregó por completo a nosotros en la Cruz para demostrarnos su amor y continúa haciéndolo todos los días en el Santo Sacrificio de la Misa. Cuando recibimos la Eucaristía, recibimos el corazón de Cristo.
Sí, Jesús nos da su corazón una y otra vez, lo único razonable que podemos hacer a cambio es entregarle nuestro corazón. Una hermosa manera de hacerlo es mediante la consagración al Corazón Sacratísimo de Jesús.
2.- La Entronización
Un aspecto importante de la devoción al Sagrado Corazón es reconocer y someterse a la autoridad de Jesucristo en todos los aspectos de nuestras vidas.Jesús es verdaderamente un Rey, Rey de la Iglesia, de nuestras familias y de la sociedad en general. La tradición de entronizar el Sagrado Corazón es una excelente manera de expresar esta realeza de Cristo.
En esta ceremonia, una bendita imagen del Sagrado Corazón se coloca de forma prominente en nuestros hogares. Esta nos recuerda que Jesús es nuestro Rey, y que debemos amarlo y servirlo con todo nuestro corazón.
3.- Reparación
El nombre de Jesús es blasfemado regularmente y se abusa de Él en los medios de comunicación, en la literatura y en muchas de las conversaciones que escuchamos y leemos a diario, sobre todo en las redes sociales. Cada vez que esto ocurre, el corazón de Cristo es herido de nuevo por el rechazo de sus criaturas. Una manera de mostrar el amor al Sagrado Corazón al hacer actos de reparación por todos los abusos y maltratos que Jesús recibe.
4.- La devoción de los Primeros Viernes
Cuando nuestro Señor se le apareció a Santa Margarita María y puso de manifiesto la devoción al Sagrado Corazón, Él solicitó la práctica de asistir y participar de la Santa Misa, confesarse, y recibirlo en la Eucaristía, el primer viernes de cada mes durante 9 meses consecutivos. Esta devoción es importante porque recordamos la pasión y muerte de nuestro Señor ocurrida un día viernes. Se trata esencialmente de una novena que nos recuerda el amor de Jesús por nosotros, e infunde en nosotros el deseo de imitar su sacrificio de amor.
Por supuesto, todos estamos ocupados, y puede ser algo difícil de recordar el primer viernes de mes. Si ese es el caso para usted, crea alguna notificación en tu celular o calendario digital que te lo recuerde.
5.- La oración frecuente
La oración es el aliento de la vida espiritual y la forma principal de crecer en el amor a Dios y al prójimo. Invocando con frecuencia al Sagrado Corazón es una excelente manera de orar, ya que hacerlo es una apelación al amor y la misericordia de Jesús. La oración al Sagrado Corazón de Jesús puede ser tan larga como una novena o letanía, o tan simple como alguna jaculatoria espontánea: “Sagrado Corazón de Jesús, ten piedad de nosotros”.
6.- La imitación
La devoción al Sagrado Corazón está diseñada para inspirar la imitación a Jesús. Podemos decir todas las oraciones correctas e incluso practicar con fidelidad la devoción de los nueve primeros viernes, pero si no estamos imitando la entrega, el amor sacrificial de Jesús, no somos verdaderos devotos de su corazón. Por supuesto, la imitación del Sagrado Corazón comienza con dar amor a Cristo y estar dispuesto a sacrificarse por él.
Pero además implica amar a los que nos encontramos todos los días, incluso a aquellos a los que no nos agradan especialmente. Significa amar y perdonar a nuestros enemigos y a los que nos persiguen. Significa donar nuestra vida a los demás.
7.- Ser misioneros del amor
Por último, amar al Sagrado Corazón de Jesús significa llevar su amor a los demás. Significa compartir nuestra fe con los que pudieron haber caído lejos de ella, o a los que, tal vez, nunca han oído hablar del hecho de que Cristo se entregó por amor a nosotros, en cuerpo y alma, en la Eucaristía. Significa dar un testimonio del hecho de que Jesús es nuestro Rey a quien servimos con sacrificio. Y significa llevar nuestras cruces con amor, paciencia y alegría.
CONCLUSIÓN
La devoción al Sagrado Corazón ha disminuido en los últimos años, pero animo a todos a aprender más acerca de esta hermosa devoción, y a crecer en su amor por el corazón ardiente de Jesús. Cuando aprendamos a imitar el verdadero, costoso y sacrificial amor del Sagrado Corazón, es que vamos a descubrir nuestra verdadera vocación.
–Adaptación y traducción al español por Qriswell Quero para PildorasdeFe.net, del artículo publicado en Catholic Gentleman, autor: Sam Guzman
No hay comentarios. :
Publicar un comentario