Si ustedes no se convierten, perecerán de manera semejante.
Feria o Misa de Santa María en Sábado
Verde / Blanco MR p. 1130 [1177] / Lecc. II p. 936
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Jdt 13, 18-19
María, el Altísimo te ha bendecido más que a todas las mujeres de la tierra, y ha glorificado tu nombre de tal modo, que tu alabanza siempre está en labios de todos.
ORACIÓN COLETA
Señor Dios, cuyo Hijo, estando para morir en la cruz, quiso que la santísima Virgen María, a quien había escogido como Madre suya, fuera nuestra Madre, concede, propicio, a quienes nos acogemos, seguros, bajo su amparo, que seamos confortados al invocar su nombre maternal. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Cristo es la cabeza que hace crecer todo el cuerpo.
De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 4, 7. 11-16
Hermanos: Cada uno de nosotros ha recibido la gracia en la medida en que Cristo se la ha dado. Él fue quien concedió a unos ser apóstoles; a otros, ser profetas; a otros, ser evangelizadores; a otros, ser pastores y maestros. Y esto, para capacitar a los fieles, a fin de que, desempeñando debidamente su tarea, construyan el cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a estar unidos en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, y lleguemos a ser hombres perfectos, que alcancemos en todas sus dimensiones la plenitud de Cristo.
Así, ya no seremos como niños, zarandeados por las olas y llevados de un lado para otro por el viento de cualquier doctrina, a merced de hombres malvados y astutos, que conducen engañosamente al error. Por el contrario, viviendo sinceramente en el amor, creceremos en todos sentidos, unidos a aquel que es la cabeza: Cristo. De él, todo el cuerpo recibe su organización, su cohesión y su vida, según la actividad propia de cada una de las partes, y así el cuerpo va creciendo y construyéndose por medio del amor.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 121
R/. Vamos a la casa del Señor.
¡Qué alegría sentí cuando me dijeron: "Vayamos a la casa del Señor"! Y hoy estamos aquí, Jerusalén, jubilosos, delante de tus puertas. R/.
A ti, Jerusalén, suben las tribus, las tribus del Señor, según lo que a Israel se le ha ordenado, para alabar el nombre del Señor. R/.
ACLAMACIÓN Ez 33, 11
R/. Aleluya, aleluya.
No quiero la muerte del pecador, sino que se arrepienta y viva, dice el Señor. R/.
Si no se convierten, perecerán de manera semejante.
Del santo Evangelio según san Lucas: 13, 1-9
En aquel tiempo, algunos hombres fueron a ver a Jesús y le contaron que Pilato había mandado matar a unos galileos, mientras estaban ofreciendo sus sacrificios. Jesús les hizo este comentario: "¿Piensan ustedes que aquellos galileos, porque les sucedió esto, eran más pecadores que todos los demás galileos? Ciertamente que no; y si ustedes no se convierten, perecerán de manera semejante. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿piensan acaso que eran más culpables que todos los demás habitantes de Jerusalén? Ciertamente que no; y si ustedes no se convierten, perecerán de manera semejante".
Entonces les dijo esta parábola: "Un hombre tenía una higuera plantada en su viñedo; fue a buscar higos y no los encontró. Dijo entonces al viñador: ‘Mira, durante tres años seguidos he venido a buscar higos en esta higuera y no los he encontrado. Córtala. ¿Para qué ocupa la tierra inútilmente?’ El viñador le contestó: ‘Señor, déjala todavía este año; voy a aflojar la tierra alrededor y a echarle abono, para ver si da fruto. Si no, el año que viene la cortaré’ ".
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, los dones que te ofrecemos, para que nuestros corazones, inundados con la claridad del Espíritu Santo, por la intercesión de la siempre Virgen santa María, se empeñen sin cesar en mantenerse unidos a Cristo, tu Hijo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Lc 1, 26-27
El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una virgen, y el nombre de la virgen era María.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios nuestro, concede a quienes has alimentado en la mesa de la Palabra y de la Eucaristía, rechazar, bajo la guía y protección de la santísima Virgen, lo que es indigno del nombre cristiano, y hacer siempre lo que ese nombre significa. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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