Reflexiones Católicas Diarias
¡Mi vida católica!
Superando obstáculos
30 de octubre de 2022
Lecturas para hoy
“Zaqueo, baja rápido, porque hoy debo quedarme en tu casa”. Lucas 19:5
Zaqueo estaba subido a un árbol. ¿Por qué? En términos prácticos, estaba subido a un árbol porque era bajo y quería ver a Jesús cuando Jesús pasaba. Pero el simbolismo revela un significado mucho mayor.
Lo primero que debemos notar es que Zaqueo era un hombre rico y muy respetado. A los ojos del mundo tuvo éxito. Pero a pesar de su riqueza, parece que faltaba algo. Escuchó acerca de Jesús y deseó conocerlo. Este pasaje es fascinante porque debe haber sido un espectáculo inusual ver a un hombre rico y exitoso subiendo a un árbol en presencia de una gran multitud. De hecho, era tan inusual que Jesús lo notó de inmediato.
Jesús también notó a Zaqueo por algo mucho más significativo que un hombre adulto trepando a un árbol. Jesús notó a Zaqueo principalmente porque Jesús pudo percibir el deseo y la apertura de su corazón. A Zaqueo, este hombre rico y exitoso, le faltaba algo y estaba celoso de obtenerlo. Anhelaba a Jesús y este deseo se cumple por la compasión de nuestro Señor.
Independientemente de si tiene o no "éxito" desde un punto de vista mundano, es esencial que usted también reconozca el deseo insatisfecho de su corazón. Ese “deseo insatisfecho” se refiere a cualquier forma en que Dios no sea completamente el centro de tu vida. Algunas personas tratan de cumplir este deseo de muchas maneras mundanas. Pero aquellos que son como Zaqueo se darán cuenta de que Jesús es la respuesta. Y cuando alguien reconoce este hecho, hará todo lo necesario para verlo y estar con Él.
Reflexiona hoy sobre una simple pregunta: ¿Hasta dónde estoy dispuesto a llegar para ver a Jesús? ¿Estás dispuesto a hacer todo lo que tengas que hacer para verlo, escucharlo y estar con Él? Puede ser necesario un acto de humildad y puede que tengas que actuar de una manera radical. Hacerlo llamará al corazón de nuestro Señor y Él te responderá con mucha generosidad tal como lo hizo con Zaqueo.
Señor, deseo elegirte sobre todas las cosas. Que nunca me atraigan las cosas de este mundo más de lo que me atraen Tú. Aumenta mi deseo por Ti y dame el coraje que necesito para serte fiel siempre. Te amo, amado Señor. Por favor aumenta mi amor. Jesús, en Ti confío.
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