A propósito de hoy…
COMO ZAQUEO, SEÑOR
Quiero ser pequeño, para luego,
ver y comprobar que Tú eres lo más grande
Quiero sentir mi pecado y mi debilidad
para, luego, gustar que Tú eres la santidad y la gracia,
la vida y la verdad, altura de miras, hontanar de bondad.
COMO ZAQUEO, SEÑOR
Quiero ascender al árbol de la oración
y, agarrado a sus ramas, saber que tú en ella
me tiendes la mano y me acompañas
me proteges y, al oído, siempre me hablas
me auxilias, y en mis caminos,
me alumbras con la luz de tu Verdad.
COMO ZAQUEO, SEÑOR
A veces me siento pecador y egoísta
usurero y con afán de riquezas.
Por eso, Señor, como Zaqueo
quiero ser grande en aquello que son pequeño
y, diminuto, en aquello que soy gigante.
¿ME AYUDARÁS, SEÑOR?
No pases de largo, Jesús mío.
Que son muchos los tropiezos
los que de saltar para llegarme hasta tu encuentro
Que son incontables los intereses y, a veces las personas,
que me impiden darme el abrazo contigo
COMO ZAQUEO, SEÑOR
En la noche oscura de mi alma
haz que nunca me falte un árbol donde remontarme
Una rama donde agarrarme
Un tronco donde apoyarme para que, cuando pases,
aunque, por mi cobardía, no te diga nada
Tú, Señor, me digas…. ¡en tu casa quiero yo hospedarme!
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