sábado, 25 de diciembre de 2021

Reflexión 359: El amor a la eternidad

 




Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 días con santa Faustina

Reflexión 359: El amor a la eternidad


Con Dios no hay tiempo. El tiempo es estrictamente un fenómeno terrenal. En Dios, todas las cosas son, siempre fueron y siempre serán. Un efecto de este amor eterno es que Dios te ha amado por toda la eternidad. Él te ha conocido desde antes de la fundación del mundo y te conocerá y amará para siempre. Este amor que todo lo abarca debería brindarles un gran consuelo. Nunca hubo un tiempo en el que Dios no te amó perfectamente y nunca habrá un momento en que Su amor falle. El amor de Dios es eterno y se ofrece antes de que fueras creado, en cada segundo de tu vida y por la eternidad y más allá (Ver Diario # 1754).

Piensa en la eternidad hoy. Aunque es posible comprender lo que significa la eternidad, es imposible comprender sus profundidades. Reflexione también sobre el simple hecho de que el amor de Dios es eterno. Por esa razón, se aplica la misma verdad. Puedes entender que el amor de Dios es eterno, pero nunca comprenderás las profundidades del amor de Dios. Es muy reconfortante saberlo.

Dios de la eternidad, te agradezco por tu amor perfecto y por su naturaleza y profundidad infinitas. Que pueda pasar mi eternidad sumergiéndome en este amor, sin cansarme nunca de recibirlo y sumergirme más en su belleza. Jesús, en Ti confío.



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