Domingo SagradaFamilia, Año C (26 diciembre, S. Esteban)
Publicado el sábado, 25 diciembre 2021| Comentarios desactivadosen Domingo SagradaFamilia, Año C (26 diciembre, S. Esteban)
De Corazón a corazón: Sir 3,3-7.14-17 ("Quien honra a su madre, es como quien atesora; quien honra a su padre… será escuchado en su oración"); Col 3,12-21 ("Revestíos de amor, que es vínculo de la perfección"); Lc 2,41-52 (Jesús niño "vino a Nazaret, y estaba sujeto a ellos")
Contemplación, vivencia, fraternidad, misión: La vida de familia ha quedado reorientada por la vivencia familiar de Jesús, con María y José. Cada uno estaba enmarcado en un proyecto de amor de Dios. Vivir en familia equivale a compartir este proyecto, respetarlo, aceptar el gozo y el sufrimiento de la sorpresa, en la verdad de la donación. La vida tiene sus “por qué”, que sólo se pueden descifrar aceptando la sorpresa de Dios en cada persona y ayudando a todos para vivirla. “Nos da la Virgen a Dios, pues nos lo dio niño, puesto en un pesebre, manso y humilde, para que ninguno que quisiera ser remediado, tema de llegarse a Él" (S. Juan de Ávila, Sermón 68).
*Con María la Iglesia camina en comunión, abierta a las sorpresas del Espíritu Santo: “Es hermoso pensar en el hecho de que el Hijo de Dios ha querido tener, como todos los niños, la necesidad del calor de una familia… Que la Virgen María obtenga a las familias de todo el mundo sentirse cada vez más fascinadas por el ideal evangélico de la Sagrada Familia, de modo que se conviertan en levadura de nueva humanidad y de una solidaridad concreta y universal” (Papa Francisco, 27 diciembre 2020).
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De Corazón a corazón: Sir 3,3-7.14-17 ("Quien honra a su madre, es como quien atesora; quien honra a su padre… será escuchado en su oración"); Col 3,12-21 ("Revestíos de amor, que es vínculo de la perfección"); Lc 2,41-52 (Jesús niño "vino a Nazaret, y estaba sujeto a ellos")
Contemplación, vivencia, fraternidad, misión: La vida de familia ha quedado reorientada por la vivencia familiar de Jesús, con María y José. Cada uno estaba enmarcado en un proyecto de amor de Dios. Vivir en familia equivale a compartir este proyecto, respetarlo, aceptar el gozo y el sufrimiento de la sorpresa, en la verdad de la donación. La vida tiene sus “por qué”, que sólo se pueden descifrar aceptando la sorpresa de Dios en cada persona y ayudando a todos para vivirla. “Nos da la Virgen a Dios, pues nos lo dio niño, puesto en un pesebre, manso y humilde, para que ninguno que quisiera ser remediado, tema de llegarse a Él" (S. Juan de Ávila, Sermón 68).
*Con María la Iglesia camina en comunión, abierta a las sorpresas del Espíritu Santo: “Es hermoso pensar en el hecho de que el Hijo de Dios ha querido tener, como todos los niños, la necesidad del calor de una familia… Que la Virgen María obtenga a las familias de todo el mundo sentirse cada vez más fascinadas por el ideal evangélico de la Sagrada Familia, de modo que se conviertan en levadura de nueva humanidad y de una solidaridad concreta y universal” (Papa Francisco, 27 diciembre 2020).
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