ANTÍFONA DE ENTRADA Mal 2, 6
En su boca había una enseñanza verdadera y en sus labios no se halló maldad; me fue enteramente fiel y apartó a muchos del mal.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que concediste al obispo san Ireneo consolidar felizmente la doctrina verdadera y la paz en la Iglesia, concédenos, por su intercesión, que renovados en la fe y en la caridad, nos esforcemos siempre en fomentar la unidad y la concordia. Por nuestro Señor Jesucristo…
LITURGIA DE LA PALABRA
¿Será posible que tú destruyas al inocente junto con el culpable?
Del libro del Génesis: 18, 16-33
Los tres hombres que habían estado con Abraham se pusieron de pie y se encaminaron hacia Sodoma. Abraham los acompañaba para despedirlos. El Señor dijo entonces: "¿Acaso le voy a ocultar a Abraham lo que voy a hacer, siendo así que se va a convertir en un pueblo grande y poderoso y van a ser benditos en él todos los pueblos de la tierra? Yo lo he escogido para que enseñe a sus hijos y a sus descendientes a cumplir mi voluntad, haciendo lo que es justo y recto, y así cumpliré lo que le he prometido".
Después el Señor dijo: "El clamor contra Sodoma y Gomorra es grande y su pecado es demasiado grave. Bajaré, pues, a ver si sus hechos corresponden a ese clamor; y si no, lo sabré".
Los hombres que estaban con Abraham se despidieron de él y se encaminaron hacia Sodoma. Abraham se quedó ante el Señor y le preguntó: "¿Será posible que tú destruyas al inocente junto con el culpable? Supongamos que hay cincuenta justos en la ciudad, ¿acabarás con todos ellos y no perdonarás al lugar en atención a esos cincuenta justos? Lejos de ti tal cosa: matar al inocente junto con el culpable, de manera que la suerte del justo sea como la del malvado; eso no puede ser. ¿El juez de todo el mundo no hará justicia?". El Señor le contestó: "Si encuentro en Sodoma cincuenta justos, perdonaré a toda la ciudad en atención a ellos".
Abraham insistió: "Me he atrevido a hablar a mi Señor, yo que soy polvo y ceniza. Supongamos que faltan cinco para los cincuenta justos, ¿por esos cinco que faltan, destruirás toda la ciudad?" Y le respondió el Señor: "No la destruiré, si encuentro allí cuarenta y cinco justos". Abraham volvió a insistir: "Quizá no se encuentren allí más que cuarenta". El Señor le respondió: "En atención a los cuarenta, no lo haré". Abraham siguió insistiendo: "Que no se enoje mi Señor, si sigo hablando. ¿Y si hubiera treinta?" El Señor le dijo: "No lo haré, si hay treinta". Abraham insistió otra vez: "Ya que me he atrevido a hablar a mi Señor, ¿y si se encuentran sólo veinte?" El Señor le respondió: "En atención a los veinte, no la destruiré".
Abraham continuó: "No se enoje mi Señor, hablaré sólo una vez más. ¿Y si se encuentran sólo diez?" Contestó el Señor: "Por esos diez, no destruiré la ciudad". Cuando terminó de hablar con Abraham, el Señor se fue y Abraham volvió a su casa.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 102
Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga su santo nombre. Bendice al Señor, alma mía, y no te olvides de sus beneficios. R/.
Él perdona tus pecados y cura tus enfermedades; Él rescata tu vida del sepulcro y te colma de amor y de ternura. R/.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonar. El Señor no estará siempre enojado, ni durará para siempre su rencor. R/.
No nos trata como merecen nuestras culpas ni nos paga según nuestros pecados. Como desde la tierra hasta el cielo, así es de grande su misericordia. R/.
ACLAMACIÓN Cfr. Sal 94, 8
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su corazón". R/.
Sígueme.
Del santo Evangelio según san Mateo: 8, 18-22
En aquel tiempo, al ver Jesús que la multitud lo rodeaba, les ordenó a sus discípulos que cruzaran el lago hacia la orilla de enfrente. En ese momento se le acercó un escriba y le dijo: "Maestro, te seguiré a dondequiera que vayas". Jesús le respondió: "Las zorras tienen madrigueras y las aves del cielo, nidos; pero el Hijo del hombre no tiene en donde reclinar la cabeza".
Otro discípulo le dijo: "Señor, permíteme ir primero a enterrar a mi padre". Pero Jesús le respondió: "Tú sígueme y deja que los muertos entierren a sus muertos".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te glorifique, Señor, el sacrificio que alegres te ofrecemos en la festividad de san Ireneo, y que nos obtenga amar la verdad, para que conversemos íntegra la fe de la Iglesia y afiancemos su unidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 15, 4-5
Permanezcan en mí y yo en ustedes, dice el Señor; el que permanece en mí y yo en él, da fruto abundante.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por estos sagrados misterios, te rogamos, Señor, que, en tu bondad, nos hagas crecer en la fe por la que gloriosamente murió san Ireneo, y que esa misma fe nos justifique también a nosotros, que con sinceridad la profesamos. Por Jesucristo, nuestro Señor..
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