¡Buenos días, gente buena!
Domingo I Cuaresma B
Evangelio
Marcos 1, 12-15
El Espíritu llevó a Jesús al desierto, donde fue tentado por Satanás durante cuarenta días. Vivía entre las fieras, y los ángeles lo servían.
Después que Juan Bautista fue arrestado, Jesús se dirigió a Galilea. Allí proclamaba la Buena Noticia de Dios, diciendo: «El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia».
Palabra del Señor.
La tentación es siempre optar entre dos amores
La primera lectura nos habla de un Dios que inventa el arcoíris, este abrazo luminoso entre el cielo y la tierra que reinventa la comunión con todo ser viviente. Este Dios no te dejará nunca. Tú lo puedes abandonar, pero el no, no te abandonará jamás.
El Evangelio de Marcos no reporta, a diferencia de Lucas y Mateo, el contenido de las tentaciones de Jesús, pero nos recuerda lo esencial: y en seguida el Espíritu lo empujó al desierto, y en el desierto permaneció cuarenta días tentado por Satanás. En este lugar simbólico Jesús juega la partida decisiva, cuestión de vida o de muerte. ¿Qué tipo de Mesías será? ¿Venido para ser servido o para servir? ¿Para tener, subir, mandar, o para bajar, acercarse, ofrecer?
La tentación es siempre optar entre dos vidas, más, entre dos amores. Y, sin optar, no vives. Quiten las tentaciones y ya ninguno se salvará. Lo cual significa: opta siempre por lo humano contra lo deshumano, escoge siempre lo que construye y hace crecer tu vida y la de los demás en humanidad y dignidad. Desde el desierto toma inicio el anuncio de Jesús, la vida que él sueña. La primavera, nuestra y de Dios, no se deja abatir por ningún desierto, por ningún abismo de piedras. Después de que arrestaron a Juan, Jesús se fue a Galilea proclamando el Evangelio de Dios. Y decía: el Reino de Dios está cerca, conviértanse y crean en el Evangelio.
El contenido del anuncio es el Evangelio de Dios. Dios como una hermosa noticia. No era obvio en nada. No toda la Biblia es Evangelio; no toda es hermosa, gozosa noticia: a veces es amenaza y juicio, frecuentemente es precepto u ordenamiento. Pero la característica original del rabí de Nazaret es anunciar el Evangelio, una palabra que conforta la vida: Dios se ha hecho cercano, y con él son posibles cielos y tierra nuevos.
Jesús pasa y detrás de él por los caminos y en los caseríos, queda una estela de polen de Evangelio, un eco en el que vibra el bello sabor, hermoso y bueno de la alegría: es posible vivir mejor, un mundo como Dios lo sueña, una historia diferente, y ese rabí parece conocer el secreto. Conviértanse… Como diciendo: volteen hacia la luz, porque la luz ya está aquí. Y es como el movimiento continuo del girasol, su tenaz orientarse hacia la paciencia y la belleza de la luz. Hacia el Dios de Jesús, y su rostro de luz.
¡Feliz Domingo!
¡Paz y Bien!
No hay comentarios. :
Publicar un comentario