sábado, 15 de agosto de 2020

Reflexión 228: La infalible presencia de Dios


Misericordia Divina 660x400






Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 días con santa Faustina


Reflexión 228: La infalible presencia de Dios


¿Está Dios vivo en tu vida? ¿Vive él dentro de ti? ¿Está Él presente para ti en lo más profundo de tu corazón día y noche? Solo hay una cosa que podría causar que Dios te deje y es el pecado mortal. El pecado mortal es pecado mortal. Es un acto libremente elegido que constituye una grave violación de la Voluntad de Dios y una grave violación de su dignidad humana. Cuando persiste obstinadamente en tal pecado, Dios no puede estar presente. Espera el arrepentimiento y busca la oportunidad de regresar, pero permanece ausente mientras persista el pecado mortal. Pero dicho esto, esto debería darte esperanza porque revela que mientras evites el pecado mortal o te arrepientas de uno que hayas cometido, puedes estar seguro.de la presencia de Dios en tu vida. Puede que no siempre sientas Su cercanía, pero Él está ahí, viviendo dentro de ti. No duden de esta verdad y tengan plena confianza en esta promesa absoluta e irrevocable de nuestro Señor (Ver Diario # 1181).

Reflexione hoy sobre la presencia de Dios vivo en su vida. Y si no siente Su presencia, solo necesita examinar su conciencia y discernir si está en pecado mortal. Lo más probable es que no lo sea. Si es así, arrepiéntete inmediatamente y busca el Sacramento de la Confesión. Pero si no es así, haga un acto de fe en la presencia de Dios en su alma. Agradézcale por estar allí incluso si no lo siente. Y si no lo siente, tenga la certeza de que está allí, escondido y en silencio por una buena razón. La cercanía de Dios a ti es mayor de lo que jamás sabrás.

Señor, te agradezco por estar vivo en mi vida y por vivir en lo más profundo de mi alma. Te agradezco por estar conmigo en todas las cosas y por nunca abandonarme. En esos momentos en que no siento tu presencia, dame fe para saber que estás ahí. Y lléname de confianza segura en Tu Mano que guía. Jesús, en Ti confío.

No hay comentarios. :

Publicar un comentario