Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 días con santa Faustina
Reflexión 241: Cómo remediar sus pecados particulares
¿Cómo vence sus pecados? Cada pecado es diferente y requiere oración y sacrificio específicos para desprenderse de ellos. Tres pecados comunes son: los de la carne, los de la ira y los del orgullo. Cada uno de estos pecados puede superarse, pero puede requerir una atención especial. Si luchas con los pecados de la carne, trata de ayunar. Renuncie a lo que le deleita a nivel físico ayunando de varios tipos de comida o bebida. Por los pecados de la ira, trate de hacer alguna buena acción o de hablarle alguna palabra amable a la persona con la que está enojado. Ore por ellos y pronuncie las palabras de Jesús en la Cruz: "Padre, perdónalos, no saben lo que hacen". Y por los pecados de orgullo, trate de postrarse ante nuestro Señor en oración humilde, vaciándose ante Él.Diario # 1248).
¿Cuáles son los pecados específicos con los que luchas? Asegúrese de hacer regularmente un examen de conciencia minucioso , enfocándose en cada uno de los Diez Mandamientos en detalle o en los siete pecados capitales. Una vez que haya identificado los pecados principales con los que lucha, especialmente los que son habituales, busque un remedio sagrado para ellos. La penitencia por los pecados es como una medicina. Necesita la medicación adecuada para cada enfermedad. Esté abierto a las formas en que Dios le revela estas “medicinas” para su alma y tómelas sin dudarlo. Cada penitencia que hagas abrirá la puerta de la Misericordia de una manera nueva y profunda en tu vida.
Señor, sé que estoy enfermo a causa de mis muchos pecados. Soy débil y necesito curación. Ayúdame a ver mis pecados y afrontarlos con Tu Misericordia. Dame los medios para vencerlos y acercarme a Ti. Te amo Señor, líbrame de todo lo que me aleja de ti. Jesús, en Ti confío.
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