Que se amen los unos a los otros como yo los he amado
Viernes 24 de mayo
¡Paz y Bien!
Evangelio
Juan 15, 12-17
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los he amado. Nadie tiene amor más grande a sus amigos que el que da la vida por ellos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a ustedes los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que le he oído a mí Padre.
No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los ha elegido y los ha destinado para que vayan y den fruto y su fruto permanezca, de modo que el Padre les conceda cuanto le pidan en mi nombre. Esto es lo que les mando: que se amen los unos a los otros".
Palabra del Señor.
Reflexión
El amor cristiano tiene una característica muy particular: ha de ser semejante al de Cristo. Jesús en este evangelio no deja lugar a dudas de cómo ha de ser nuestro amor: "ámense de la misma manera que yo los he amado".
Entre las notas que nos pudieran ayudar a entender y a vivir este tipo de amor, te propongo: El amor de Cristo fue un amor solidario, dejó su trono del cielo para servirnos, para ser uno de nosotros; renunció a su "dignidad" para ser uno más entre los humanos. Fue un amor compasivo, por ello no podía ver un enfermo, un hambriento, un atormentado sin que él hiciera algo concreto por éste; no vino sólo a darnos órdenes y sermones sino a aplicar su amor y caridad con los más necesitados. Fue un amor total y envolvente.
Para Jesús no había clases sociales, culturas, buenos o malos, justos o pecadores, romanos o judíos. Los amó a todos, los envolvió a todos de manera total. Junto a él nadie se sentía excluido. Si verdaderamente queremos cumplir el mandamiento de Jesús nuestro amor ha de ser también: solidario, compasivo, total y envolvente.
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