sábado, 11 de septiembre de 2021

Reflexión 254: Divinización

 



Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 días con santa Faustina

Reflexión 254: Divinización

Nuestro llamado en la vida puede describirse como un llamado a la divinización. ¿Qué significa esto? Significa que Dios vino a la Tierra y asumió nuestra naturaleza humana para atraernos a Su misma vida. En cierto sentido, estamos llamados a convertirnos en Dios. Esta idea de "divinización" era común entre los primeros padres de la Iglesia como Ireneo, Justino Mártir, Atanasio, Clemente de Alejandría y San Agustín. No es que debamos convertirnos en Dios en el sentido de que nuestra naturaleza se vuelve divina, esto sería una herejía. Más bien, estamos llamados a convertirnos en Dios en el sentido de que debemos participar de Su vida divina, haciéndonos uno con Él en perfecta unidad. Sería como si Dios fuera un océano y nosotros fuéramos una gota de agua sumergida en ese océano. Aunque las partículas específicas de la gota de agua que nos representa siguen siendo esa gota, es absorbida por las aguas del Océano que representa a Dios.Diario # 1289).

Reflexione sobre su llamado a ser divinizado. Este concepto va al corazón de nuestra vocación cristiana porque expresa la poderosa unidad que estamos llamados a tener con nuestro Dios misericordioso. Él quiere que compartas Su vida y te vuelvas uno con Él en todos los sentidos. Aunque esto puede ser difícil de comprender, debe aceptarlo como su llamado en la fe. Reflexiona hoy sobre este concepto y dile a nuestro Señor que te entregas a Él para convertirte en uno con Él y compartir Su misma vida.

Señor, por favor ven a mí y divinízame de acuerdo con Tu perfecta Voluntad y abundante Misericordia. Te agradezco por llamarme a un llamado tan glorioso y elevado en la vida y acepto esta invitación tuya. Mi vida es Tuya, querido Señor, transfórmame, consúmeme y haz de mí lo que quieras. Jesús, en Ti confío.




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