miércoles, 4 de noviembre de 2020

Elegir a Dios por encima de todo 4 de noviembre de 2020 Miércoles de la trigésima primera semana del tiempo ordinario

 



Reflexiones diarias católicas
¡Mi vida católica!

Elegir a Dios por encima de todo
4 de noviembre de 2020
Miércoles de la trigésima primera semana del tiempo ordinario
Lecturas de hoy

San Carlos Borromeo, obispo — Memorial

"Si alguien viene a mí sin odiar a su padre y madre, esposa e hijos, hermanos y hermanas, e incluso su propia vida, no puede ser mi discípulo". Lucas 14:26

No, esto no es un error. Jesús realmente dijo esto. Es una declaración fuerte y la palabra "odiar" en esta oración es bastante definitiva. Entonces, ¿qué significa esto realmente?

Como todo lo que dijo Jesús, debe leerse en el contexto de todo el Evangelio. Recuerde, Jesús dijo que el primer mandamiento más importante era “Amar al Señor tu Dios con todo tu corazón…” También dijo: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Esto ciertamente incluye a la familia. Sin embargo, en el pasaje anterior, escuchamos a Jesús diciéndonos que si algo se interpone en el camino de nuestro amor por Dios, debemos eliminarlo de nuestra vida. Debemos "odiarlo".

El odio, en este contexto, no es el pecado del odio. No es una ira que brota dentro de nosotros lo que nos hace perder el control y decir cosas malas. Más bien, el odio en este contexto significa que debemos estar listos y dispuestos a distanciarnos de aquello que se interpone en el camino de nuestra relación con Dios. Si es dinero, prestigio, poder, carne, alcohol, etc., entonces debemos eliminarlo de nuestras vidas. Sorprendentemente, algunos incluso descubrirán que deben distanciarse de su propia familia para mantener viva su relación con Dios. Pero incluso en este caso, seguimos amando a nuestra familia. El amor simplemente toma diferentes formas a veces.

La familia fue diseñada para ser un lugar de paz, armonía y amor. Pero la triste realidad que muchos han experimentado en la vida es que a veces nuestras relaciones familiares interfieren directamente con nuestro amor por Dios y por los demás. Y si este es el caso en nuestras vidas, debemos escuchar a Jesús diciéndonos que abordemos esas relaciones de una manera diferente por amor a Dios.

Quizás esta Escritura podría malinterpretarse y usarse mal a veces. No es excusa para tratar a los miembros de la familia, ni a nadie más, con despecho, dureza, malicia o cosas por el estilo. No es una excusa para dejar que la pasión del enojo brote en nosotros. Pero es un llamado de Dios a actuar con justicia y verdad y negarnos a permitir que nada nos separe del amor de Dios.

Reflexione hoy sobre aquello que es el mayor obstáculo para su relación con Dios. Quién o qué te aparta de amar a Dios con todo tu corazón. Ojalá no haya nada ni nadie que encaje en esta categoría. Pero si lo hay, escuche las palabras de Jesús hoy animándote a ser fuerte y llamándote a ponerlo a Él primero antes que cualquier otra cosa en la vida.

Señor, ayúdame a ver constantemente esas cosas en mi vida que me impiden amarte. Al identificar aquello que me disuade en la fe, dame el coraje de escogerte por encima de todas las cosas. Dame la sabiduría para saber escogerte sobre todas las cosas. Jesús, en Ti confío. 







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