sábado, 28 de noviembre de 2020

¡Mantente despierto! 28 de de noviembre de, 2020 sábado de la trigésima cuarta semana de tiempo ordinario

 




Reflexiones diarias católicas
¡Mi vida católica!

¡Mantente despierto!
28 de de noviembre de, 2020
sábado de la trigésima cuarta semana de tiempo ordinario
R eadings para Hoy

“Cuídense de que sus corazones no se adormezcan por las juergas y las borracheras y las ansiedades de la vida diaria, y ese día los pille por sorpresa como una trampa”. Lucas 21: 34-35a

¡Este es el último día de nuestro año litúrgico! Y en este día, el Evangelio nos recuerda lo fácil que es volverse perezoso en nuestra vida de fe. Nos recuerda que nuestros corazones pueden adormecerse por "las juergas, la embriaguez y las ansiedades de la vida diaria". Miremos estas tentaciones.

En primer lugar, se nos advierte contra las juergas y las borracheras. Esto ciertamente se aplica en un nivel literal, lo que significa que obviamente debemos evitar el abuso de drogas y alcohol. Pero también se aplica a muchas otras formas en las que nos "adormecemos" debido a la falta de templanza. El abuso del alcohol es solo una forma de escapar de las cargas de la vida, pero hay muchas formas de hacerlo. Cada vez que cedemos a un exceso de un tipo u otro, comenzamos a dejar que nuestros corazones se adormezcan a nivel espiritual. Siempre que buscamos escapadas momentáneas de la vida sin volvernos a Dios, nos permitimos adormecernos espiritualmente.

En segundo lugar, este pasaje identifica "las ansiedades de la vida diaria" como una fuente de somnolencia. Muy a menudo nos enfrentamos a la ansiedad en la vida. Podemos sentirnos abrumados y sobrecargados por una cosa u otra. Cuando nos sentimos agobiados por la vida, tendemos a buscar una salida. Y con demasiada frecuencia, la "salida" es algo que nos adormece espiritualmente.

Jesús habla este Evangelio como una forma de desafiarnos a permanecer despiertos y vigilantes en nuestra vida de fe. Esto sucede cuando mantenemos la verdad en nuestra mente y corazón y nuestros ojos en la voluntad de Dios. En el momento en que volvemos nuestros ojos a las cargas de la vida y no vemos a Dios en medio de todas las cosas, nos volvemos espiritualmente somnolientos y comenzamos, en cierto sentido, a dormirnos.

Al finalizar el año litúrgico, hoy reflexiona sobre el hecho de que Dios te está llamando a estar bien despierto. Él quiere toda tu atención y te quiere completamente sobrio en tu vida de fe. Pon tus ojos en Él y deja que Él te mantenga continuamente preparado para Su inminente regreso.

Señor, te amo y deseo amarte aún más. Ayúdame a permanecer despierto en mi vida de fe. Ayúdame a mantener mis ojos en ti a través de todas las cosas para estar siempre preparado para ti cuando vengas a mí. Jesús, en Ti confío.


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