viernes, 6 de noviembre de 2020

 



Reflexiones diarias sobre la Divina Misericordia
365 días con santa Faustina

Reflexión 311: La verdad de la humildad

La gloriosa virtud de la humildad debe entenderse, meditarse y abrazarse continuamente. ¿Qué es la humildad? No es otra cosa que conocer la verdad sobre uno mismo, creer esa verdad y vivir de acuerdo con esa verdad. Solo tú y Dios conocen el fondo de tu conciencia. La opinión humana importa poco. Algunos pueden ofrecer juicios falsos de que usted presume su orgullo u otro pecado. Y en otras ocasiones algunos pueden pronunciar palabras de adulación, exagerando tu virtud por motivos impuros. Ni la falsa crítica ni las palabras de adulación fomentan la humildad porque ambos tienen como intención algo diferente a la verdad. Algunas almas santas pueden incluso tratar de tergiversar la verdad de quiénes son exagerando su santidad o tergiversando su miseria para ganarse la alabanza o la simpatía de los demás. Pero otra vez, la humildad tiene como meta la verdad de quienes somos. Busque conocer y creer la verdad completa de su vida, y luego busque vivir esa verdad de manera abierta y honesta. Esta pureza de intención permitirá que emerja tu verdadero yo, y a través de este acto humilde, el Señor brillará desde tu alma (VerDiario # 1502-1503).

Reflexiona hoy sobre la verdad de quién eres. Busque la total honestidad con respecto a sus acciones y sus intenciones. Conócete a ti mismo y busca conocerte a ti mismo como Dios te conoce. Hacer esto fomentará una gran humildad. A medida que crece en humildad, vea también la verdad de Dios y Su grandeza. Reconoce humildemente todo lo que Dios hace por ti. Ver a Dios obrando dentro de ti y expresar esto honestamente con gratitud le permitirá brillar maravillosamente para que todos lo vean. Esta es la verdad y esta es la humildad.

Señor, deseo saber la verdad de quién soy. Busco esta verdad y deseo que brille con honestidad e integridad. También oro para ver Tu grandeza y reconocer Tus obras en mi vida. Eres glorioso, querido Señor. Que brille esta verdad. Jesús, en Ti confío.



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