Las Obras de Misericordia 1
Yo les amo y les digo: con ese mismo amor se deben amar, dar de comer al hambriento. Cuántos ahora no sólo necesitan del pan para sobrevivir, sino también tienen hambre de Mi Palabra, del Consuelo, de la Misericordia, que no es otra cosa que el Amor. Recuerden que no sólo es dar, sino darse.
Yo les bendigo y María mi Madre.
Dar de beber al sediento es muy parecido, mas recuerden que hay muchas injusticias y que ustedes, con oración y hablando, podrían suavizar y dar de beber al sediento de justicia, de verdadera sinceridad, de ese cambio que se ha hablado en todos los ámbitos de la sociedad y que son palabras.
Cuántos niños abandonados, cuántos ancianos rechazados por sus mismos hijos, e hijos rechazados por los padres. Tantos que tienen sed, denles ustedes de comer, les dije a los apóstoles, y se los vuelvo a repetir.
María sea vuestra ayuda en esta obra de misericordia.
Sagrado Corazón de Jesús
Siervos del Divino Amor
Yo les amo y les digo: con ese mismo amor se deben amar, dar de comer al hambriento. Cuántos ahora no sólo necesitan del pan para sobrevivir, sino también tienen hambre de Mi Palabra, del Consuelo, de la Misericordia, que no es otra cosa que el Amor. Recuerden que no sólo es dar, sino darse.
Yo les bendigo y María mi Madre.
Dar de beber al sediento es muy parecido, mas recuerden que hay muchas injusticias y que ustedes, con oración y hablando, podrían suavizar y dar de beber al sediento de justicia, de verdadera sinceridad, de ese cambio que se ha hablado en todos los ámbitos de la sociedad y que son palabras.
Cuántos niños abandonados, cuántos ancianos rechazados por sus mismos hijos, e hijos rechazados por los padres. Tantos que tienen sed, denles ustedes de comer, les dije a los apóstoles, y se los vuelvo a repetir.
María sea vuestra ayuda en esta obra de misericordia.
Sagrado Corazón de Jesús
Siervos del Divino Amor
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