01/04/2019 de FOPSME.
La Eucaristía es un misterio de silencio y de amor. Se puede rezar – no está mal – pero necesitamos esta adoración en el silencio. Es muy difícil manejar el silencio interior, el silencio mental… siempre tenemos cataratas de ideas.
Es ese quedarse ahí… Una cosa que ayuda es la mirada, mirar la custodia, mirar la Hostia…esa mirada es oración.
No estoy perdiendo el tiempo, quizá, en algún sentido, es el segmento de minutos que quiero poner delante del Señor del tiempo…Ese tiempo invertido en la adoración eucarística fue el tiempo más ganado, el tiempo que se ensambló con la eternidad.
En Mc.3-14 Jesús llamó a sus apóstoles para que “estuvieran” con Él y enviarlos a predicar. Es igual a estar con Jesús.
¿Qué puede querer de nosotros Jesús? Que lo amemos. El gran Amor de Dios sólo quiere que nosotros le demos nuestro amor. “Los llamó para que estuvieran con Él”. Es ese estar con Él…
Padre Claudio Bert (1964/2017)
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