miércoles, 7 de noviembre de 2018

Renueva tus fuerzas, no te des por vencido, no te rindas ¡Sé valiente!

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Todos cometemos errores, y al mismo tiempo todos tenemos oportunidades para corregirlos. ¡Sé valiente! Esfuérzate y da más de ti.  


¿Qué es lo que crees que no puedes lograr? ¿En qué momento se te olvidó que Dios es quien te da las fuerzas para alcanzar todo lo que te propongas en tu vida?

Creer en Dios, es, antes que nada, confiar en el amor que Él nos tiene. Nuestra fe no se basa en lo que vemos, sino en lo que no vemos, pero que sabemos que recibiremos ¡Vamos!

Hoy te invito a renovar tus fuerzas, a no darte por vencido ¡No te rindas! ¡Sé valiente! Esfuérzate y da más de ti.

No importa lo que haya pasado, o las veces que te equivocaste, todos cometemos errores, y al mismo tiempo todos tenemos oportunidades para corregirlos, y hoy, es el día que te ha regalado el Señor para que te lo desmuestres a ti mismo.

Jesús siempre quiere lo mejor para nuestras vidas. No debes rendirte aunque veas que todo el panorama se torne gris. Jesus no te defraudará.

Durante este día ten presente esta Palabra de vida que te regala Dios:


"Aunque se aparten las montañas y vacilen las colinas, mi amor no se apartará de ti, mi alianza de paz no vacilará, dice el Señor, que se compadeció de ti" (Isaías 54,10)

¡Ánimo entonces! Con Dios a tu lado no quedarás derrotado. Amén.

Oración para renovar las fuerzas
Señor mío, te doy gracias por este día que me has regalado y en el que puedo confiar en que te harás presente a lo largo de toda situación. Confío en que hoy abrirás caminos de bendición para mí.

Quiero sentir tu alegría, que me abrazas en el viento que se desliza en mi rostro, que te escucho en cada canto de las aves.

Hoy, me animo a decirte en este momento: "Me siento feliz, Señor, porque sé que me amas, porque sé que soy valioso para Ti. Me siento feliz, Señor, porque sé que eres mi amigo".

Te alabo con todas las fuerzas de mi corazón. Gracias, Señor, gracias. Todo lo pongo en tus manos, ¿quién me hará dudar en el camino? ¡Ninguno!

Sólo Tú, Jesús mío, eres mi fortaleza y mi refugio. Estoy contigo y ya con eso me basta para saber que hoy estaré bajo tu poderosa bendición.

Gloria a tu santo nombre. Gloria a Ti por siempre Señor. Cuento contigo para superar todas las dificultades.

Tú Palabra es como un escudo para mí que evita que me dañen los malos deseos, críticas destructivas y malas acciones de aquellos que sólo buscan dañarme.

Tu presencia me protege y me ayuda a que todo salga bien. Confío en tu palabra que sana y que da vida.

Amén.

Ánimo entonces, que Dios está de tu lado y no te dejará sucumbir ante ninguna adversidad

"Para mí la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada al cielo, un grito de agradecimiento y de amor en las penas como en las alegrías". (Santa Teresa de Liseaux)

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