Quiero el tipo de amor que dura para siempre... El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece
El amor no es suficiente. Nunca lo será. Y aquí les digo por qué.
El mundo define al amor como un sentimiento y como algo en lo que caemos y de lo que salimos, lo que significa que podemos perder el amor que alguien nos ha dado. Esto es especialmente desalentador cuando se trata del matrimonio. Si el amor es simplemente un sentimiento voluble, entonces ¿cómo podremos permanecer toda una vida casados?
La verdad es que no podemos… si ESO es el amor.
La buena noticia es que Dios no define el amor de esta manera. La primera carta a los Corintios dice:
“El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor no pasará jamás. Las profecías acabarán, el don de lenguas terminará, la ciencia desaparecerá” (13,4-8)
El verso 13 continúa diciendo:
“Ahora, pues, son válidas la fe, la esperanza y el amor; las tres, pero la mayor de estas tres es el amor”.
¡Wow! ESTO es el amor verdadero. Ese es el tipo de amor que quiero tener para con mi esposo, no un amor comercial, tibio. Quiero el tipo de amor que dura para siempre.
El compromiso
Mi esposo, Dave, publicó recientemente un libro llamado “Las 7 Leyes del Amor: Principios esenciales para construir relaciones fuertes”. En el libro, él explica cómo Dios diseñó el amor y cómo nosotros debemos acercarnos al amor y demostrarlo en todas nuestras relaciones. Recién comenzando, Dave habla de cómo el “amor requiere compromiso”. Él continúa diciendo que no podemos amar verdaderamente a alguien sin comprometernos a la persona y a la relación.
Cuando nos comprometemos a alguien o a algo, le ofrecemos a esa persona o cosa nuestro tiempo, atención y devoción. Lastimosamente, muchos de nosotros estamos más comprometidos a nuestros pasatiempos y trabajos que a nuestras propias familias.
Cuando nos casamos, prometemos – o nos comprometemos – a amar a nuestra pareja por el resto de nuestros días . Cuando tenemos hijos, nos comprometemos a criarlos de la mejor manera que nos sea posible y a nunca renunciar a ellos, sin importar las circunstancias. En las relaciones de amistad, nos comprometemos a estar presentes para nuestros amigos en los tiempos de necesidad y a proteger sus reputaciones. Como Cristianos, demostramos nuestro amor y compromiso a Cristo orando, leyendo la Palabra y haciendo aquello para lo que Él nos ha llamado de la mejor manera posible.
El verdadero amor, el amor diseñado por Dios requiere compromiso
Cuando la vida se torne dura y nuestra relación parezca ser más difícil de lo usual, nuestros sentimientos cambiarán. Pero, nuestro compromiso puede ser inquebrantable cuando ESCOJAMOS permanecer comprometidos en las buenas y en las malas.
Es por esto precisamente que el amor – como lo define y conoce el mundo – no es suficiente.
- Pero, el amor, como Dios lo define y conoce, sí basta -
No podemos escoger nuestros sentimientos. Somos humanos. Pero, podemos escoger amar a alguien lo suficiente como para comprometernos con él/ella.
Así es como se supone debe funcionar el matrimonio. Cuando ambos esposos escogen amarse al permanecer comprometidos el uno al otro diariamente, entonces el matrimonio triunfará.
Luchemos por ESE tipo de amor amigos; un amor y un compromiso que nunca fracasará.
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