Si no queremos nuestro corazón lleno de esas inmundicias, debemos tomar la mano del Espíritu Santo y entender que lo necesitamos
Jesús, cuando les estaba advirtiendo a sus discípulos de todo aquello que iban a sufrir a causa suya, les dijo lo siguiente:
"Les conviene que yo me vaya, porque si no, no vendrá a ustedes el Espíritu Santo" (Juan 16,7)
Esto nos hace pensar, si Jesús es tan grande ¿Cómo es el Espíritu Santo, si el mismo Jesús quiere irse para que este llegue a nosotros?
El Espíritu Santo da entendimiento de Dios
San Pablo enseña que “nadie puede decir Jesús es el Señor, si no es movido por el Espíritu Santo” (1 Corintios 12,3).
¿Qué indica eso? Quiere decir que el Espíritu Santo es quien nos permite identificar a Cristo, y que nos permite ver que Él es el salvador y nadie más.
Solo con el Espíritu Santo podemos entender el verdadero significado de Jesucristo, gracias a Él podemos entender a Jesús y descubrirlo cada día.
En el Evangelio según San Juan, Jesús nos dice que el Espíritu Santo nos va a recordar todo lo que Él ha hecho, es decir que el sentido verdadero de las palabras de Cristo solamente no los da el Espíritu, por ejemplo, cuando Jesús dijo en la ultima cena, que el pan era su cuerpo y que el vino era su sangre, si no tenemos el don del Espíritu Santo, vamos a creer que esas palabras eran simplemente simbolismo, pero si recibimos su don comprendemos que las palabras de Cristo son poderosas, y que cuando los sacerdotes dicen las palabras de Cristo y se expone el Santísimo Sacramento sobre el altar, aquello que te dice en tu corazón que el Maestro está allí, es el Espíritu Santo.
Igualmente cuando cumplimos con el Sacramento de la Confesión, vemos simplemente a un hombre que escucha nuestros pecados, sin embargo Cristo le dijo a sus Apóstoles que "a quienes ellos perdonaran los pecados, quedarían perdonados, y que a quienes ellos retuvieran los pecados, quedarían retenidos". (Juan 20,22-23)
Entonces, la voz que le habla a nuestro corazón, que nos dice que ese hombre tiene el poder de absolver nuestros pecados, es el Espíritu Santo.
El Espíritu Santo da sentido a nuestra religiosidad
Gracias al Espíritu Santo, y a su obra en nosotros somos capaces de ver más allá, de ir más a allá de pensar que la Eucaristía es solo pan, de ir más allá de pensar que el sacerdote es solo un hombre, es por eso que necesitamos al Espíritu Santo, para poder entender las palabras de Cristo, los dones del Señor, las acciones de la Iglesia, las funciones del Sacramento.
Es Espíritu Santo es el único que le da sentido a nuestras prácticas religiosas.
Tenemos que entender que no estamos solos, que Cristo está con nosotros, que se compromete con nosotros, pero que nosotros también tenemos que comprometernos con Él.
A través de los Sacramentos, de la Eucaristía, el Bautizo, el Matrimonio, la Confesión, y es el Espíritu Santo quien nos hace comprender eso.
Igualmente cuando nos encontramos en una situación difícil en nuestras vidas, en nuestros matrimonios, o en nuestros trabajos, debemos escuchar al Espíritu Santo, pues tiene uno de los mejores dones de consejo. Debemos orar y escuchar al Espíritu Santo y solicitar su consejo y sabiduría. Debemos confiar en que Dios está con nosotros,
Confiar que el Espíritu de Dios está en nosotros
Escuchando al Espíritu Santo. Él nos permite ver las formas en las que Dios obra en nuestras vidas, no podemos perder al Espíritu Santo, pues si eso sucede, otro espíritu buscará como ocupar Su espacio en nuestras vidas, ya sea un espíritu maligno, un espíritu de adivinación, un espíritu de brujería o cualquier otra inmundicia.
Si no queremos nuestro corazón lleno de esas inmundicias, debemos tomar la mano del Espíritu Santo y entender que lo necesitamos, y clamarlo, para llenarnos de Él.
Los vacíos siempre serán llenados, y si tenemos un vacío en el corazón y no lo llenamos del Espíritu Santo, otra cosa lo llenará, y tenemos que preguntarnos ¿Qué clase de cosas están llenando nuestros corazones?
Dios nos diseñó insaciables, eso quiere decir, que si no estamos llenos de Dios siempre nos sentiremos vacíos, y comenzaremos a buscar cualquier cosa para llenar ese vacío, y entonces entraremos en el camino de la autodestrucción. Eso es lo que el demonio quiere de nosotros, que nos llenemos de inmundicias.
San Agustín decía:
"Nos hiciste Señor para ti, y no estaremos lleno hasta descansar en ti"
Hay demasiadas personas que se pierden en el camino de Dios porque no se llenan del Espíritu Santo.
San Pedro nos dice que hay cosas difíciles de entender en la Biblia, necesitamos al Espíritu Santo para poder comprender la Escrituras, para que nos lo logre gustar la palabra de Dios, el Espíritu Santo nos inspira a comprender la Biblia y a amar a Dios.
Debemos orar, y pedir para que el Espíritu Santo llene nuestras almas, nuestros corazones, nuestras vidas y nos permita entonces, encontrar y amar a Dios con todo nuestro ser.
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