Abdón Rodríguez Hervás
¿Qué significan estas palabras: «¿Me amas?», «Apacienta mis ovejas»? Es como si, con ellas, dijera el Señor:
«Si me amas, no pienses en apacentarte a ti mismo. Apacienta, más bien, a mis ovejas por ser mías, no como si fueran tuyas; busca apacentar mi gloria, no la tuya; busca establecer mi Reino, no el tuyo; preocúpate de mis intereses, no de los tuyos, si no quieres figurar entre los que, en estos tiempos difíciles, se aman a sí mismos y, por eso, caen en todos los otros pecados que de ese amor a sí mismos se derivan como de su principio».
No nos amemos, pues, a nosotros mismos, sino al Señor y, al apacentar sus ovejas, busquemos su interés y no el nuestro. El amor a Cristo debe crecer en el que apacienta a sus ovejas hasta alcanzar un ardor espiritual que le haga vencer incluso ese temor natural a la muerte, de modo que sea capaz de morir precisamente porque quiere vivir en Cristo (Agustín, Comentario al evangelio de Juan, 123,5).
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