sábado, 11 de febrero de 2017

Medjugorje: el Papa envía a un arzobispo para profundizar la realidad pastoral

La Santa Sede hasta el momento no ha reconocido las apariciones pero tampoco las ha descalificado
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El papa Francisco ha nombrado a un Enviado especial de la Santa Sede para ir a Medjugorje, cuya labor se limitará a profundizar la realidad pastoral y las exigencias de los fieles, en particular de los peregrinos.
Lo indicó este sábado la Secretaría de Estado del Vaticano, precisando en un comunicado, que el enviado especial elegido por el Santo Padre es Mons. Henryk Hoser, palotino, arzobispo polaco de Varsovia-Praga.
En julio de 1981 seis niños del pueblo de Medjugorje aseguraron haber visto a la Virgen, apariciones que aseguran se repiten hasta nuestros días incluso con otros videntes, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Paz. Desde entonces han iniciado las peregrinaciones con decenas de millones de personas y han nacido en todo el mundo movimientos de oración y asociaciones varias.
La visita del enviado pontificio tendrá “un carácter exclusivamente
pastoral”, señala el comunicado y que por lo tanto Mons. Hoser, seguirá ejercitando su labor como arzobispo de Varsovia-Praga, y se espera que complete su encargo en el tiempo antes del final del próximo verano. No se trataría por lo tanto de una investigación sobre las apariciones, sino de facilitar la pastoral a los peregrinos.
El Santo Padre viajo a Bosnia el 6 de junio de 2015, visita pastoral que no incluyó el santuario de Medjugorje y a su regreso respondiendo a los periodistas en el avión señaló que Benedicto XVI creó en su momento una comisión presidida por el cardenal Camillo Ruini junto a otros cardenales y teólogos. Francisco afirmó que “han hecho un buen trabajo” y finalizado el informe. “Estamos por tomar decisiones que luego serán comunicadas. Por el momento, se dan solo algunas indicaciones a los obispos”, indicó el Papa en ese momento.
Sobre estas apariciones marianas, como ha sucedido con muchas otras, se propone una actitud de prudencia y no faltan los interrogantes tanto para el obispo de Mostar, como para la Santa Sede. Hasta el día de hoy ni la diócesis, ni la Santa Sede han reconocido las apariciones, pero tampoco las han descalificado.
Entre los elementos que han dificultado hasta ahora la aprobación eclesial de estos hechos ocurridos en el pueblo de unos 6 mil habitantes, cercano de Mostar y de la frontera con Croacia, figura la cantidad y el carácter de los mensajes atribuidos a María.
Fuente: es.zenit.org

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