domingo, 8 de noviembre de 2020

A propósito de hoy.

 


A propósito de hoy…


PORQUE TENGO SUEÑO, SEÑOR 

Despiértame con la luz de tu verdad. 

Porque,  la mentira, frecuentemente me narcotiza 

o la falsedad confunde los caminos por los que avanzo 

Porque siento que, el mundo que me rodea, 

me contagia con la pesadez del desencanto 

con el desazón del pesimismo. 

Porque frecuentemente, mi Señor, 

caigo abatido en el traicionero sueño de la desesperanza 

 

PORQUE TENGO SUEÑO,  SEÑOR 

Levántame y, que en la lámpara de mi alma, 

nunca falte la alegría de salir a tu encuentro 

la satisfacción de ser de los tuyos 

la seguridad de que, esperándote, estoy en lo cierto 

Levántame y, avívame oh Señor, 

porque temo que, si tardas demasiado, 

vaya detrás de otros dioses 

que,  sin exigirme tanto, un día y otro llaman a mi puerta 

 

PORQUE TENGO SUEÑO,  SEÑOR 

No dejes que me abata el desencanto ni la desilusión 

no permitas que, las prisas del quererlo todo, 

me aleje de gustar y esperar el Paraíso definitivo 

No dejes que, la noche que se cierne sobre el mundo, 

apague las llamas de tantos hijos tuyos 

que soñaron, y nunca se cansaron, de verte frente a frente; 

de tus hijos vivos y de tus hijos muertos 

de los que por Ti sufrieron y lloraron 

y de los que, con la lámpara de la fe, 

la fueron transmitiendo de mano en mano. 

 

PORQUE TENGO SUEÑO,  SEÑOR 

Que no me duerma en el letargo de la indiferencia 

que no me pierda en la oscuridad de la impaciencia 

que no me acueste en la comodidad del  

“ya no merece la pena” 

Y si vienes, Señor, y me encuentras o me sorprendes 

con mi lámpara a punto de extinguirse… 

perdóname,  Señor; sabes que hice lo que pude 

por amarte, servirte, quererte… y esperarte. 

Amén.

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