Reflexiones Católicas Diarias
¡Mi vida católica!
Ser infantil
15 de julio de 2020
Miércoles de la decimoquinta semana en
lecturas del tiempo ordinario para hoy
San Buenaventura, Obispo y Doctor — Memorial
"Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque aunque has ocultado estas cosas a los sabios y sabios, las has revelado a los niños". Mateo 11:25
La vida es complicada. ¿O es eso? Buena pregunta. A veces las cosas pueden parecer muy complicadas. Las situaciones en las que nos encontramos, las relaciones con familiares y amigos, nuestro futuro, nuestro pasado, etc., pueden parecer gravosas y complicadas a veces. Pero la verdad es que no tiene que ser así. La verdad es que las respuestas de Dios a las preguntas más "complejas" de la vida a menudo son lo suficientemente simples para que un niño las entienda.
En el pasaje anterior, Jesús afirma que el Padre revela sus respuestas y sabiduría a aquellos que son como niños. Curiosamente, también afirma que el Padre ha "escondido estas cosas de los sabios y sabios". Entonces esto plantea la pregunta ... ¿es mejor ser "sabio y erudito" o "infantil"? Obviamente, la respuesta es que es mejor ser infantil.
Esto puede parecer confuso al principio. Puede parecer extraño decir que no es bueno ser "sabio y aprendido". Pero lo que eso significa es que no es bueno ser una persona que cree que lo tiene todo resuelto. No es bueno ser arrogante y un sabelotodo. No es bueno estar tan lleno de orgullo que creemos que tenemos todas las respuestas.
Lo ideal es tener ciertas características de un niño. En particular, es bueno ser abierto, curioso y dispuesto a aprender. Es bueno mirar la vida de la manera más simple y apegarse a lo básico. Claro, es bueno crecer en sabiduría y conocimiento de las cosas de Dios. Pero la verdadera sabiduría y conocimiento siempre mantienen una cierta inocencia y simplicidad. Mantienen una bondad básica y la aceptación de lo correcto y lo incorrecto. La vida no tiene que ser complicada, debe ser excepcionalmente simple.
Reflexione hoy sobre cuán listo y dispuesto está a recurrir a Dios para obtener las respuestas simples y claras a las preguntas más difíciles de la vida. Reflexione sobre qué tan dispuesto está a recurrir a Dios con confianza y esperanza sabiendo que Dios tiene todas las respuestas a su vida.
Señor, una vez más me dirijo a ti en confianza. Ayúdame a darme cuenta de que toda la sabiduría proviene de ti y no de mí mismo. Ayúdame a recurrir siempre a ti como lo haría un niño y ayuda a que mi vida siga siendo tan simple como lo desees. Jesús, confío en ti.
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