lunes, 27 de julio de 2020

¿Puedes hacer la diferencia?


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¿Puedes hacer la diferencia?
27 de julio de 2020
Lunes de la decimoséptima semana de lecturas del tiempo ordinario
para hoy




“El Reino de los cielos es como una semilla de mostaza que una persona tomó y sembró en un campo. Es la más pequeña de todas las semillas, pero cuando está completamente desarrollada es la más grande de las plantas. Se convierte en un gran arbusto, y las aves del cielo vienen y moran en sus ramas ". Mateo 13: 31b-32

Con demasiada frecuencia tendemos a sentir que nuestras vidas no son tan importantes como otras. A menudo podemos mirar a otros que son mucho más "poderosos" e "influyentes". Podemos tender a soñar con ser como ellos. ¿Y si tuviera su dinero? ¿O si tuviera su estatus social? ¿O si tuviera su trabajo? ¿O fue tan popular como ellos? Con demasiada frecuencia, caemos en la trampa de "qué pasaría si".  

¡Este pasaje anterior revela el hecho absoluto de que Dios quiere usar tu vida para grandes cosas! La semilla más pequeña se convierte en el arbusto más grande. Esto plantea la pregunta: "¿Te sientes como la semilla más pequeña a veces?" 

Es normal sentirse insignificante a veces y desear que fuéramos "más". Pero esto no es más que un sueño mundano y erróneo. La verdad es que cada uno de nosotros es capaz de hacer una GRAN diferencia en nuestro mundo. No, es posible que no lleguemos a las noticias nocturnas ni recibamos premios nacionales de grandeza, pero a los ojos de Dios tenemos un potencial más allá de lo que podríamos soñar.

Pon esto en perspectiva. ¿Qué es la grandeza? ¿Qué significa ser transformado por Dios en la "planta más grande" como lo es la semilla de mostaza? Significa que tenemos el privilegio increíble de cumplir el plan exacto, perfecto y glorioso que Dios tiene para nuestras vidas. Es este plan el que producirá el mejor y más abundante fruto eterno. Claro, es posible que no obtengamos el reconocimiento del nombre aquí en la Tierra. ¡¿Y qué?! ¿Eso realmente importa? Cuando estés en el cielo, ¿estarás deprimido porque el mundo no te reconoció a ti ni a tu papel? Ciertamente no. En el cielo, todo lo que importará es cuán santo te volviste y cuán completamente cumpliste el plan divino para tu vida.

Santa Madre Teresa a menudo decía: "Estamos llamados a ser fieles, no exitosos". Es esta fidelidad a la voluntad de Dios lo que importa.

Reflexione hoy sobre dos cosas. Primero, reflexiona sobre tu "pequeñez" ante el misterio de Dios. Por ti mismo no eres nada. Pero en esa humildad, reflexiona también sobre el hecho de que cuando vives en Cristo y en Su voluntad divina eres grande sin medida. ¡Lucha por esa grandeza y serás eternamente bendecido!

Señor, sé que sin ti no soy nada. Sin ti mi vida no tiene sentido. Ayúdame a aceptar tu plan perfecto y glorioso para mi vida y, en ese plan, lograr la grandeza a la que me llamas. Jesús, confío en ti.

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